martes, 30 de septiembre de 2008

Mi última estación,


Mi última estación,

Caminando por la acera,
una hoja amarillenta
cae balanceándose a mis pies,
es la señal del otoño
que se acerca sin pausa,
la estación más cercana
al invierno de los días más oscuros.

Mi cuerpo…
Nota escalofríos,
cuando contempla las cicatrices
de las estaciones ya lejanas,
agotadas por mis años
como agua que se seca en el macetero.

Las hojas de un calendario olvidado
en la pared de mis sombras gastadas,
entre ruinas de huesos ya cansados
aguantando las lonas de mi piel arrugada.

Hoy…
Dejaré de caminar,
y me sentaré a esperar el frío tenebroso
de mi última estación,
desmontaré los palos del sombrajo
que aguantaron mis veranos.

Hoy…
comienza mi otoño,
y cansado…
Espero que llegue mi invierno.
F. Rubio

lunes, 29 de septiembre de 2008

Aprendiz de pirata:

 

Aprendiendo a vivir deprisa,
soñando castillos de arena
en playas que jamás pisé.
Lecciones de lluvia y barro,
en la escuela de la calle del sol.
Yo no soy poeta… Solo soñador.

Buscador de tesoros de imaginación,
que rodando entre coplillas
gravaron mi niñez.
Jugando a ser pirata,
de pecosa cara y sonrisa picara,
entre charcos de estrellas,
y mares de versos,
aprendí a amar.
Espadas de madera,
escudos de cartón,
y una mascara de tela negra,
uniforme de rebelde,
aprendiendo la lección.
Yo no soy poeta… Solo soñador.


F. Rubio

Vidas rotas:

 

El frío brillo de la hoja
en el corazón deja la huella,
y ahonda en la herida
que sangra eterna.

Cruces en el camino,
flores en el suelo.
Amoríos incomprendidos,
desgarros y lamentos.

Mujer que sufre violencia,
por las manos crueles
de asesinos sin rejas,
por leyes de incautos.

¿Quien cava la tumba
de la que yace en el suelo?
imágenes en el noticiero,
no dan consuelo.

Notas en el diario,
verdugos y jueces
que pongan remedio,
a la violencia de genero.

F. Rubio

domingo, 28 de septiembre de 2008

Naceran de llantos


Nacerán de llantos:

La madre y sus hijas,
deshojando la pena
de las margaritas,
en primaveras vividas,
Se caen las hojas,
dan paso a vida nueva,
que de pena… No saben.
Que pena… No llevan.
Nacerán de llantos,
mamarán de risas,
serán felices,
hasta que la edad les llegue
para deshojar las penas.
La rueda de la vida
que se hace eterna.
Madres que tienen hijas,
hijas que madres serán,
deshojando margaritas,
las primaveras pasarán.
Mamarán de risas,
crecerán de llantos
y de pena… envejecerán.

F. Rubio

jueves, 25 de septiembre de 2008

Amores niños:


Amores niños:

De gris perla se vestía el cielo
en la mañana del otoño,
las nubes hacían muescas al sol
cortando el negro de las sombras,
sentados en la baranda del parque
tú me agarrabas de la mano, y yo,
temblaba de rubor,
era el amor de adolescentes
que por primera vez se besan
sin mirarse a los ojos cerrados,
tus labios parecían terciopelo
que se quiebra con el tacto mudo,
del momento de los amores niños,
hoy la mañana vuelve a vestirse de gris,
y no puedo olvidar el parque del amor
y su baranda de adolescencia,
cierro los ojos al pasar por el,
queriendo sentir el temblor de tus besos
y ver el rojo de nuestras mejillas al mirarnos,
no quiero perder ese momento,
que se gravo a fuerza de caricias
de rayos de sol entrecortados,
hoy llega otra mañana de otoño,
y sentados en el parque,
veo otra pareja de adolescentes
besándose con los ojos cerrados,
los miro y me doy cuenta,
son el fruto de nuestro amor,
nacido de jóvenes amores,
en el gris otoñal de las sombras
del parque de nuestros besos,
y los amores niños.


F. Rubio

viernes, 19 de septiembre de 2008

Lágrimas del corazón

(A mi hermano Juan Antonio nunca te olvido)
Lágrimas del corazón

Anoche asomado a la ventana,
como cada noche desde que no estás,
te di las buenas noches hermano,
hay un lucero que me refleja tu cara
y me asomo para hablarte,
 las lágrimas se derraman sobre la oscuridad,
como si de una lluvia de dolor se tratara.
Te echo de menos hermano, 
trato de encontrarte saludándome 
en la acera de enfrente sentado,
me pregunto a mi mismo ¿Estarás bien?
¿Tendrás a padre a tu lado?
Seguro que sentado contigo está,
contemplando el cielo estrellado,
vigilando la estela de nuestras vidas.
No dejo de soñarte, de recordarte,
de amarte y en mis sueños,
recuerdo los juegos de niños,
recuerdo los soldados con la cabeza cortada
por mis travesuras de hermano menor,
hoy la guitarra casera… 
de cuerdas de tender la ropa 
que de niños hacíamos,
suena triste en mi memoria,
esta noche recuerdo el bloc de autógrafos
de jugadores de futbol y sus camisetas pintadas,
que dolor hermano, que vacío dejaste,
nunca dejaré de soñarte, mi hermano, mi amigo,
mi compañero de juegos, mi confidente,
mi pedazo de corazón, me ha dejado sin luz,
pero cada noche saludaré al lucero, 
por que se que él está en el cielo,
sentado junto a mi padre, 
velando por mi madre,
esta noche te saludo hermano, 
besando ese lucero. 

F. Rubio ©


jueves, 11 de septiembre de 2008

Telaraña de mentiras



Telaraña de mentiras.

No podía creer lo que estaba viendo
frotaba mis ojos con las manos,
pero solo conseguía irritarlos más,
como si tratara de arrancar de sus pupilas,
las cosas que nos hacen daño al verlas.
Que ingratos son,
El necio, con sus necedades.
El mentiroso, con sus mentiras.
El falso, con sus falsedades.
Ni Belcebú les sonríe, pues de ellos no se fía,
ni en el infierno de Dante,
jamás hubo tal comedia,
creada para destruir la amistad.
Tejen telarañas de palabras disfrazadas,
atrapando la sonrisa de la honestidad,
dejando el eco vacío de verdades,
en un mundo abastecido de hipocresía.
Disfrazados de ovejas,
los lobos aúllan en el monte de la sinceridad.
Sigo frotando mis ojos,
sigo sin creer lo que veo,
trato de ensordecer mis oídos.
Pero solo oigo el daño que no deja de latir
en el interior de la herida que no sana,
infectada por las heces,
de la mentira enmascarada.

F. Rubio
"Una cosa es desear que la verdad esté de nuestro lado,
y otra muy distinta desear sinceramente estar del lado de la verdad. "

sábado, 6 de septiembre de 2008

Campos de Cupido

Lamentos a escondidas,

escuché tu voz,

triste lectura de tus labios salía,

y al oírte, rompí a llorar,

escribes cartas de despedidas

en papel de sollozos y desamores.

¿Quien te hizo daño?

¿Quien rompió tu querer?

Que el pozo de las lágrimas llenó,

y secarse no puede…

se desborda el torrente apenado

inundando tus mejillas.

Baja regando los campos de tu pecho,

para que florezca ahora la pena oscura,

tanto tiempo dedicado a el,

para sembrar espinas áridas de desilusión

que hieren como espadas

en las más profundas emociones,

que el amor, creo en los rincones del corazón.

Sellaré tus labios y secaré tus llantos… viviré contigo,

para devolverte el arco iris de tu mirada

y que tus mejillas florezcan,

creando los sueños de Cupido.