domingo, 31 de mayo de 2009

El sillón vacío:

El sillón vacío:

Hoy, 
casi cumpliendo años me vienen a la memoria
recuerdos de aros rodando 
por la calle abajo.

Canicas de colores 
y peonzas bailando
enredadas entre las cuerdas 
de la mirada de un niño.

Hoy, casi apagando las velas 
baila y tiembla la llama 
con soplidos entrecortados 
por la fatiga del cigarro.

Marcaré un año más 
en el calendario
una muesca más 
tallada en mi viejo rostro. 

Hoy, siento que tu ya no estas 
que te marchaste
dejándome recuerdos 
y un sillón vacío.

Ya desocupaste la mesa
ya no cortaré tu pedazo de tarta
ya no brindaremos juntos
por nosotros y la vida.

Tú consumiste la esencia 
desgranaste la existencia
y del vaso de tu aliento
solo queda silencio y llanto.

Hoy, solo quedan huellas de una vida corta
y la sensación de vivir deprisa
apurando el oxigeno de la hoja
derramando la última gota de la copa.

Hoy, no celebraré el aniversario
esconderé la cabeza entre mis manos
y repasaré los equinoccios sombríos
hoy, ya no brindaremos juntos.

F. Rubio (c)


viernes, 22 de mayo de 2009

A la deriva sin ti:


A la deriva sin ti:

Imposible navegar sin ti,  sin tus ojos en el horizonte mirando nuestra vela desplegada. Este bajel desahuciado de caricias, no navegará en desafíos, ni mares tormentosos. En el mástil mayor de su pecho  siente tu ausencia  y no navegará sin su estandarte. Sin su brisa rosa y sus besos de fresa no abandonará el puerto, ni la costa, ni la arena. No desarbolará sus azules lonas de nubes, que dan abrigo a nuestra amistad sincera. Ya no surcará los mares si a bordo falta un nudo de su maroma de estrellas. Si tu no estás en su cubierta,  ¿Quien iluminará la travesía bordada de corales? ¿Y quien guiará los delfines a mis sueños, arrullando un poema? No, no navegaré sin ti, no hagas de tu tristeza el anclaje de mi trapío. Zarpa junto a mi timón hacia el cielo de los cometas y regresa dejando estelas. Estelas en el aire rizado  de tu pelo, como diademas de arco iris. Surca este océano, y pondré un mascarón de poesía  en nuestro bergantín. No abandones este corazón que naufraga a la deriva sin ti.  F. Rubio

lunes, 18 de mayo de 2009

Nos dejas huérfanos los versos:

Nos dejas huérfanos los versos: Las almas no volverán, Se quedarán en su refugio Pétreo de paradojas translucidas. Los poetas nos dejan, Y huérfanos se quedan Los versos en el tintero. Ellos, ¡los poetas y sus almas! Nos dejan las musas oscuras, Si, las musas enlutadas En negras procesiones Teñidas de silencio. Adiós, escritores y oradores, Forjadores de sueños, Creadores de tristezas, Inventores de alegrías, Y comadrones del amor. Hoy se marcho otra pluma, Otro poeta,  otro juglar de sentimientos. Adiós Don Mario, Dejaste de navegar  en el exilio de tu mundo, para amarrar en nuestros corazones. Nos dejas tus vivencias Y la de tus gentes, Nos dejas, El sur de tu mirada, La mujer de tu poesía, Y el perfume de tu tierra. Don Mario,  tango uruguayo platense río de enseñanza poética, dramaturgo del bandoneón. Tu siempre tendrás Un rinconcito enmarcado En el álbum de mi memoria. Hoy te digo hasta siempre, Y mi amiga Ángela también, Ella te guarda en su corazón Junto a un poema inédito En su libro de olas, Navegando sobre el, Hoy besa tu partida. Con el corazón encogido A Mario Benedetti. F. Rubio

sábado, 9 de mayo de 2009

Ella…mi reflejo.


Ella…mi reflejo.

El alma que me acompaña cada día
el espejo donde mirarse,
el reflejo donde quererse.
Se despierta a mi lado cada mañana,
apenas sin hacer ruido, 
mesa su pelo, lava su cara,
y desea los buenos días.
Vestido humilde, gesto amable, 
zapatitos de tacón,
y olor a pan recién horneado.
Ella se sienta en la mesa 
con ademán bondadoso,
me mira, y hecha a volar un beso
pregunta ¿como estas?.
Ella, el alma mía, 
la mujer que quiero y me quiere, 
mi compañera de viaje,
mi espejo fiel, mi amor, mi dueña.
Ella…mi tesoro.

F. Rubio


viernes, 8 de mayo de 2009

Enamorada del sol:


Enamorada del sol:

Aun pareciendo ausente, 
ella, estaba ahí,
con su mirada perdida en el cielo
soñando corazones en las nubes,
ella, pensaba en el.
Levitando sobre su frágil mundo 
y construyendo versos de imaginación,
versos con la cordura quebrada al nacer.
Inocencia eterna de niña
en su cuerpo de mujer,
enamorada del sol, 
de la mañana y del atardecer.
Cartografiaba besos pintados en un papel,
quería ser golondrina 
para acercarse en su vuelo,
amaba al sol y soñaba casarse con el.

F. Rubio


martes, 5 de mayo de 2009

No me castigues:


No me castigues:
Déjame tus huellas en mis suspiros,
Pero no me pidas que te deje.

Castígame sin tus miradas,
Pero no me dejes sin la luz de tus ojos.

Escóndeme tus palabras,
Pero no me quites la miel de tus labios.

No nombres mi calle,
Pero pasa bajo mi ventana,

Dejaré una mantilla de besos
y claveles para tu pelo.

F. Rubio