viernes, 28 de agosto de 2009

La obra inacabada ( Alegoría homérica )



La obra inacabada ( Alegoría homérica )

Era ya tarde cuando cogió su pluma
sentándose en un banco de caoba,
escribía el verso, que nacía en ciego,
oscurecido por los montes de Pion,
que engullían al mas grande Helios,
para dejar paso a la diosa Selene,
en la danza nocturna sobre el teatro
del creador padre océano, fecundador
de ríos paridos por la madre y diosa Egea.

El trovador cantaba su poesía quedada,
mientras su prolifera mano gravaba
la historia de un marino enamorado
de la aventura, padre de los delfines,
y amante de las sirenas de Poseidón.

El lazarillo quitole las sandalias,
para lavar sus ancianos pies ya cansados
de odiseas, y caminar de guerras
entre hermanos de espadas ensangrentadas,
con la misma sangre de la vid del Partenón.

El juglar, unta sus manos en agua
perfumada de rosas, y levantándose,
apoya su brazo sobre un recto bastón,
y con la voz ya rota por tragar tanta
hipocresía, le recita al joven lazarillo,
un poema de presagio marinero.

( Las olas cubrirán sus velas,
y las costas de mi tierra
perecerán, y quemaran la sal
de mis templos… las piedras.

El fuego será agua roja,
y no habrá sangre, será ceniza,
los seres serán el barro caliente
que sin moldes de manos,
cocerán fuera de los hornos.

Y la montaña gritara ha Zeus,
y Artemisa, Thera enterrará
al minotauro, y el Egeo llorará
por sus hijos, los ancianos de las cicladas,
no tendrán la sepultura esperada.)

Acabando el poema, el poeta,
quedo callado, y todavía su obra
se comenta en el Partenón derrumbado.

F. Rubio

jueves, 27 de agosto de 2009

Cuando nadie me ve



Cuando nadie me ve, dejo que desborden mis lagrimas sordas,
que no sientan el agudo tono, ni el dolor que sufro a solas.

Cuando nadie me ve, siento clavada la puya del olvido,
rompo las calmadas olas, y en mi pecho pierden el sentido.

Cuando nadie me ve, relleno de gritos, espacios vacíos,
trato de ahogarme en suspiros, muerdo los rincones hastíos.

Cuando nadie me ve, exploro simas ocultas en mi amargura,
escalo cumbres de sollozos, y surco versos de ternura.

Cuando nadie me ve, hago blanco en la diana de mis ojos muertos,
echo a volar un avión de papel, lleno de rotos recuerdos.

Cuando nadie me ve, las miradas que no supiste ver, mueren,
dibujo un corazón, y borro los momentos que mas me duelen.

F. Rubio

lunes, 24 de agosto de 2009

Un par de analgésicos



Un par de analgésicos, no curan mi dolor
ni el agua bendita en dispensador de jabón
que pena, el mundo se nos muere, y la conmoción
descubriendo mares, y ahora es mas sabedor

Que del cerdo, no solo tenemos su jamón
también sus enfermedades, es –contagiador-
una gripe universal, que mata sin pudor
que ironía, apreciamos su carne de lechón

Y la ciencia buscando, en el libro la lección
nuestros antepasados, vivieron su pavor
Dicen son inmunes, y mueren sin reacción

los médicos no encuentran llegar a solución
¡Dios mío! ¿Que pasa ha este mundo?, por favor
rezaremos, ¡haber si nos salva la oración!

Este soneto es de miedo, pues ni San Simón
tan siquiera el santísimo padre redentor
Nos libra del aire, estamos llenos del temor.

F. Rubio

domingo, 23 de agosto de 2009

¿Será el Alzheimer, o es que ya soy muy anciano?


¿Será el Alzheimer, o es que ya soy muy anciano?

Se me rompió en mil pedazos, cayo de mis manos hacia el fondo,
quise atraparlo sin resultado, todo era noche,
y de repente amanecí buscándolo, sentado,
mirando la niebla del cristal ahumado por el que pasa el daño,
el que corta las venas, el que oscurece mis años, el infiel cristal opaco.

Como el ámbar que fosiliza mis huesos ¡los miro! No los reconozco,
son como un extraño en el anden de un pueblo olvidado,
dejado con una maleta en los adoquines pisados por cientos de pasos,
impregnando de huellas irreconocibles, son anónimos pasajeros
que van pasando en un largometraje en blanco y negro.

He perdido el color de los ojos, voy perdiendo el sonido de mis oídos,
casi no sale la palabra de mi boca, las letras se me han quebrado en pedazos,
ya, ni recuerdo mis retratos, solo mi nombre a veces me brota de los labios.

Dicen que es el Alzheimer, que todo lo estoy olvidando, pero yo creo,
que mi mente se ha cansado de vivir,
que siente el paso de los años, quedando en un baúl encerrado,
bajo llaves de dolor, de amor, y amontonados aniversarios
de almanaques oxidados por los latidos controlados en el marcapasos,
de un viejo corazón, roto, y ya cansado.

Enciendo un cigarrillo, el cenicero en un lado y el teléfono en mis manos,
te llamo, te estoy llamando, pero no recibo tono, no se si he marcado tu numero,
o me he equivocado, ¿será el Alzheimer, o es que ya soy muy anciano?
se me rompió el recuerdo, se me ha caído de las manos.


F. Rubio

PD. Dedicado a todos aquellos que sufren esa maldita enfermedad.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Cartas bajo el pisapapeles:





Cartas bajo el pisapapeles:
Tu cerraste la puerta sin mirar las lágrimas, 
y detrás de tu corriente
escapan buscando el pañuelo 
de una historia inacabada.

Yo quedé perdido y ausente,
de espaldas a la mirada de tu recuerdo,
y en mi escritorio, los latidos, y el rastro
de tus manos, 
hacen de callado publico;
Esperando el duelo de espada contra espada,
que mi abrecartas tiene con los sobres
dejados bajo un pisapapeles triste,
aplastando sellos de carmín,
y remites impregnados de palabras
grabadas con la pluma enamorada
con la que escribiste 
en el jardín de tus sueños.

Miro al lazo rojo que envuelve mi torpeza,
y le pido que retrase tu despedida,
que sea el carcelero de mis noches
perdidas en bares oscuros,
buscando el consuelo en besos extraños
que solo rellenan tus ausencias,
con amargo veneno fluyendo en mis venas,
y no me dejan ver el drama.

Guionando mi trágica amargura
de cuentos rotos sin finales,
ni esquelas de reencuentros 
de reconciliados amantes, 
entregados al furor encendido 
de gotas caldeadas de olores, 
y trémulas visiones, 
moldeadas de embriagada pasión.

Yo le pido ha esas cartas amarillentas
olvidadas sobre la mesa
por mis amnésicas visiones,
que me lleven al tiempo extraviado,
y me muestren el camino de regreso,
concediéndome el perdón de tus labios
aun sabiendo que en el amor,
no cabe un ¡lo siento!.

 F. Rubio (c)


martes, 11 de agosto de 2009

Esfinge de mi recuerdo:


Esfinge de mi recuerdo:

La noche se hace eterna, 
no se, si fue un sueño,
un gato negro despertó 
el profundo presagio
de malos augurios, 
y un salto de velos negros,
siguió el destino fúnebre 
de un ser querido.

Solo le quedan 
vagos recuerdos 
de una esfinge de pelo negro 
y verdes ojos 
postrada a sus pies.

El pequeño vidente, 
llama extrañado,
Mamá ¡ hay un gato en mi cama! 
No, no hay nada,
duerme mi niño.

Y el cielo, 
le hizo un gesto 
tras la nocturna luna;
la mañana traía llantos, 
y el…. 
no entendía el destino.

Funesta mortaja, 
yace en el tronco de pino
convertido en su ultimo hogar,
enraizando en el cuenco, 
raíces pegadas al ladrillo
de la ciudad de los caídos 
bajo losas esculpidas.

Una cruz será su norte, 
y la negra esfinge
seguirá dormida 
a los pies de su cama,
vigilando el tiempo 
de los relojes muertos 
y al niño dormido.

La profecía del sueño, 
se ha cumplido
sin poder descifrar 
la premonición
del pequeño visionario, 
y la llegada del negro felino. 

F. Rubio

Viviendo en tu cama:



Viviendo en tu cama:

Hoy no hagas la cama,
descubriremos sus sueños
presos de nuestros cuerpos
desprendiendo rubores
de amantes escondidos
entre tu vientre y el mío
alumbrados por lámparas
en silencios carnales,
susurrando suspiros
y calurosos encuentros
de tu fuego frente al mío.


Déjala, que inunde la luz
de nuestra unión infinita,
que recuerde brindis de sexo
golpeando en las entrañas
de cavidades perfumadas
con fragancias derramadas
en las copas de nuestro
ultimo riego divino.


Déjala, no deshagas la calida noche,
que tu carne comió de mi carne,
e invitemos a Eros a nuestro rito
de ofrendas oníricas,
en los brazos del lujurioso silencio,
que vive en tu cama.


F. Rubio (c)

lunes, 10 de agosto de 2009

Mi ultima suerte;


Mi ultima suerte;

-Sombra de la muerte-
Que carece de conciencia
no perdona pero ignora
llanto al doliente que implora
en su ultima hora clemencia.
-Sombra de la muerte-
Vienes cabalgando al frente
del inesperado motivo
y sin respetar lo vivo
tu enjuicias a la gente.
-Sombra de la muerte-
Si me merezco el respeto
reclamo mi ultima suerte
y ante tu imagen inerte
yo moribundo hago reto.
-Sombra de la muerte-
Si pronto me has de llevar
no seas impuro vuelo
y hasta la puerta del cielo
dirijas mi caminar.

F. Rubio

jueves, 6 de agosto de 2009

Candilejas encendidas:



 Candilejas encendidas:

Si alguna vez me amaste.

Recordarás mis tenues pasos
bajando tu triste escalera
retirándome como la flecha
del cupido errante y solo.

Si por mi sentiste amor.

Guardarás entre las hojas
del libro del despertar conmigo
la sombra cobijada eternamente
entre los pliegues del perfumado
ocaso reflejado en el fondo de tu espejo.

Si de verdad me quisiste.

Volverás a aquella playa dormida
que retiraba la marea en silencio
para vernos amándonos cuando tu
le recitabas a la luna versos
de sirenas en espumas de azahares.

Si me extrañas y quieres volver a mi.

Enciende candilejas en tu puerta
por que yo sigo en ella perdido
sin encontrar las grietas
que dejaron filtrarse el amor
que perdimos entre la noche y el olvido. 

F, Rubio

miércoles, 5 de agosto de 2009

Por ti seré



Por ti seré,

horizonte de vientos azules
que adornan tus mañanas de inciensos,
y despiertan de las adormideras noches
tus pestañas con suaves soplos latentes,
y aterrizan en tu almohada como frágiles
libélulas posándose sobre tus aguas.


Por ti seré,

húmedo y fértil jardín
de tus pechos cuando renacen de las lunas
reflejadas en los destellos de mis pupilas,
y alumbran la fecunda imaginación de los dioses
que riegan los páramos del néctar de tu boca,
y sustentan los besos en los arcos de tus labios.

F. Rubio

martes, 4 de agosto de 2009

Juan Antonio, - el junco -


Juan Antonio, - el junco -

Caminando calle abajo 
con garbo de junco verde
al contoneo de la brisa 
pasea Juan Antonio.

Cara alta, y la camisa
anudada al tallo de la cintura,
piel morena andaluza
y ojos de negra luna.

La muchacha que le espera
orgullosa de su estirpe mora,
teje corazones de claveles
para el cuello de su zagal.

Hoy, viene a cortejarla, 
ya escucha el taconeo calle arriba
de sus botines tacón cubano
soleá de amor, tanguillos gaditanos.

El padre espera en el tranco de la puerta,
hoy le pedirá a su niña, se quieren casar,
la morita enamorá, collar en mano
tiembla, no para de temblar.

Le comprará una casita blanca
de conchas de coral,
le plantará almendros
y hasta un nogal.

Bajo su sombra 
se contarán los sueños y reirán,
mirarán a sus retoños
y a los almendros florecer.

Juan Antonio, - el junco -
y la morita enamorá,
juntos en la sombra del nogal
serán eternos, tanguillos de amor
y eterna soleá. 

F. Rubio 

18 de agosto.



18 de agosto.

El terruño está de luto
y riega con sangre el olivo del barranco
donde se esconde la luna,
donde está llorando el arado.

En su surco lo han enterrado,
al de la mula torda,
al de la casa de Bernarda Alba,
la noche, lo ha callado.

Los grillos le lloran con su negro manto,
18 de agosto, madrugada de duelo,
se llevan al poeta, dejan la poesía muerta,
y su cuerpo en una fosa.

Caireles de lágrimas adornan la pena
de los cipreses, están tristes,
la fragua los llama, y Granada,
¡Ay…mi Granada!

Granada ha perdido su flor,
su rosa mora, la de la Alhambra,
la más roja,
la más gitana….la mas perfumada.

18 de agosto, ya de madrugada,
casi despuntando el alba
en la sombra de la elegía,
el cielo, de color rubí despertaba.

Como amapolas entre los trigales,
los dorados rayos del sol, entran en las heridas
que el albero va tapando con el rocío
de un crimen, fusilando sus palabras.

No lloran las campanas
ni tampoco cantan,
se le han quebrado las cuerdas
que tañen en sus gargantas.

Ya, los perros no ladran
y el gallo ha confundido la mañana,
hasta el sol,
de puntillas se asoma…tiene miedo.

Federico ha muerto,
y en el barranco hay una cruz en el suelo,
junto al olivo, en la mañana de verano,
18 de agosto, no te olvido.

F. Rubio. ©



  Federico García Lorca. 1936 - 2009. 73 años de muerte




 La madrugada estremecida del 19 de agosto de 1936 la luna ausente miraba mustia los tristes barrancos de Víznar.
La sangre de Federico García Lorca tiñó la pendiente de versos apagados que rodaron por los guijarros.
Voces de héroes muertos retumbaron en las aristas de los montes. Y nosotros cantamos:



Los barrancos de Viznar doloridos
sacudieron temblores de injusticia,
cuando su cuerpo en sangre de malicia
derramó sus espantos ateridos.


  Lorca murió por ingenuo, por cándido, por excesiva confianza,
por desconocer la furia inculta de unos militares envalentonados que instaron o permitieron su fusilamiento.
Lo acribilló la insolencia, la envidia y la inquina de la cobardía y el despotismo campantes;
latentes rencillas familiares o amigas de plomo azul y de balas verdes en dolorosa homofobia;
le costó la vida su flirteo con la República, su jaraneo desenfadado y liberal con el ámbito homosexual y exótico.

  La muerte rondaba. Algo presentía; el verso le fluía estremecido en una inquietante atmósfera,
que envolvía el aire en trémulo presentimiento y amenaza,
surcado por aves de misterioso agüero en metáforas instintivas: «…el verano siembra/ rumores de tigre y llama»;
la premonición estremece su escaso futuro.
En versos emocionados le aconsejábamos:



¡Federico, no vayas a Granada!
Granada agazapa su voz rancia.
Federico, recela de Granada,
Tu Granada rezuma intolerancia.
¡No vayas a Granada!
Allí afila sus garras la ignorancia,

escrito por; Camilo Valverde-Mudarra.
Setenta y tres años después, seguimos sin poder darle una sepultura digna;
una casa en el cielo, donde el descanso ganado por su arte, sea placentero,
y recoja su fragua de polisón de nardos, la inocencia de su alma.

basta ya de esconder el crimen de la derecha fascista, que reconozcan la culpa;
el pueblo sabe donde esta su cuerpo,
¿tanto miedo tienen los jueces, y los fascistas de la memoria histórica?
¿acaso no se ha terminado la represión?
¿ o tan solo es una mascara de los que realmente rigen los designios de este país?
demos al maestro lo que es del maestro.
y de una vez por todas, que esta España le rinda el homenaje que la cultura le adeuda.
Federico García Lorca, es la historia de nuestra historia,
la de nuestra poesía y la de nuestros grandes poetas, y aunque este pais se parezca,
ha aquel país de sombras y que escondido tras de las puertas
dice;<< hsssssss, calla que nos oyen, no digas nada, que vienen los civiles, por dios niño eso no se dice.
un país de vergüenza, un país donde todos callan por miedo al yugo, por miedo al que dirán?.
ni los años de los años, todo sigue como el día 18 de Agosto del 1936, el luto y los velos
las miradas de reojo y el cacique que nos manda.

No callaremos mas, queremos la libertad que a el le quitarón junto a su vida
VIVA FEDERICO GARCIA LORCA, VIVA SU OBRA.
escrito por; Francisco Rubio.


POEMA DE UN SERVIDOR DEDICADO A LORCA.
Llora la Alhambra:

Sombras de sangre en granada,
La tarde roja…
Llora la Alhambra.
El gitanillo, tarantos le canta,
se lo llevaron de madrugada.

Cortaron el tallo de la azucena,
en su pecho brilla…
La luna llena.
Dejaron al verde ciprés sombrío,
se oían los llantos de muerte.

El pintor se queda malherido,
sus lienzos…
Pierden el color.
Mataron de la poesía, al ruiseñor,
La emigrada tierra, pañuelos riega.

Con lágrimas de tristes poemas,
Los fusiles…
Sellaron su canto,
La fragua se viste de negro duelo,
pero nunca podrán callar al poeta,

Federico escribe…
Desde el cielo.




F. Rubio

lunes, 3 de agosto de 2009


La amistad de los seres, es infinita, hasta que se quema su raíz. No la quemes, cuídala.

A veces no paramos a mirar atrás, y seguimos caminando sin mirar tan siquiera al suelo, no nos damos cuenta, si al ir descalzos por nuestras sendas, podríamos pisar espinas de rosas llorando, solo al sentir el dolor en nuestras plantas de los pies, nos damos cuenta del daño que podemos causar a nuestros semejantes, y quizás ya sea demasiado tarde y queramos parar la hemorragia de nuestras huellas, pero ya es imposible, ya rompimos el tallo de tan bella flor, y, se seca sin remedio, ni tan siquiera nuestras lagrimas de disculpas, pueden devolverle la vida que rompimos en nuestro paso descuidado, por eso, pido que seamos consecuentes con nuestros actos, y nos paremos a pensar, antes de que el daño no tenga cura, la amistad es una rosa que tenemos que regar con amor, y cultivarla en el mejor parterre de nuestro jardín, en nuestro corazón, junto al estanque de las alegrías.

domingo, 2 de agosto de 2009

La mar que te espera:



 La mar que te espera:

A la riera,
en su camino hacia la arena,
el papiro, al agua le preguntaba
en los destellos de la mañana.

¿ A donde vas con tanta prisa,
que no te detienes a refrescar mis hojas?

Descansa en esta orilla,
escucha el trino de las aves
despertando la arboleda
que engendraste,
con tu semental carrera.

¿ Acaso alguien te espera, o
dejaste algún beso varado,
en alguna ribera?

¡¡Ya sé que la mar te llama!!

Que la muerte,
es tan bella en su playa,
que ni vivir quieres,
sin oír sus olas.

Pero…ten paciencia,
los juncos de tu camino,
quieren sentir tu verso,
y llenar cantaros de ninfas,
en los meandros de tu cuerpo.

Que la rizada serenata de tus crines,
se columpie,
en los saltos de las piedras,
y talles esculturas de blanca espuma,
en las palmas de sus manos.

Espera,
no dejes los estanques,
sin tu risa fresca.

No seques los recodos que peinan
tu ondulada cabellera,
quieren regalarte,
de lirios,
una diadema,
y los nenúfares,
se mecerán en tus brazos,
la cuna...que nacer los viera.

Tú, madre, la riera,
manantial de vida,
que ha morir vas a la arena,
donde vive la tormenta,
donde se gestan las nubes,
en la mar que te espera.

No tengas prisa, no corras,
que todo,
al final…nos llega.
F. Rubio


sábado, 1 de agosto de 2009

Rueda, rueda:


Rueda, rueda, 
bajamos la escalera,
el abuelo delante
yo detrás, y la abuela 
tercera.

Rueda, rueda, 
ya viene el autobús 
por la carretera
la abuela reza,
y el abuelo espera
vamos a la playa.

Rueda, rueda, 
ellos nunca la vieron
tan cerca de la arena,
la abuela se sienta
y el abuelo duerme la siesta.

Rueda, rueda, 
el balón es de plástico
y la bolsa de tela
bocadillos adentro lleva
y el agua en la nevera.

Rueda, rueda, 
la abuela se baña 
y se sienta en la toalla
el abuelo se enfada
le he echado arena
en su boina nueva.

Rueda, rueda, 
el sol se marcha
y vamos de vuelta
el abuelo esta cansado
y la abuela muerta.

A mi me ha encantado
el día de playa
y cantar a la rueda, rueda,
escalera arriba el abuelo
delante, yo detrás
y la abuela tercera.

F. Rubio


He gritado tu nombre… y solo hay vacío





He gritado tu nombre… y solo hay vacío: 


He despertado al cielo cada madrugada
Para gritarle tu nombre a las estrellas.

He grabado a fuego en los luceros del alba
La fecha de tu partida.

Y cada despertar muero esperando que anochezca
Para contemplar el velo que sustenta la oscuridad,
Y grito al vacío para que tu vuelvas,
Y así poder liberar a los luceros de las llamas de tu ausencia.

Pero sigo asomado a la ventana,
Y les cuento a las Pléyades la historia de un amante anacoreta
Entregado a tu penitencia.

He renunciado a la vida, 
¿ si tu no estas en ella …de que me sirve ?

Si mil noches he pasado asomado a mi ventana
Trasnochando en la pila del bautismo sideral
Para encontrar tu nombre entre los astros.

He gritado tu nombre… y solo hay vacío.

Solo encuentro lagrimas de un espectro de luces apagadas
Retirándome tu amor cada mañana para volver a morir
Sin poder decirte,
Que sin ti ….no soy nada.

F. Rubio