Por mi vida:
lunes, 29 de diciembre de 2008
Por mi vida:
Por mi vida:
sábado, 20 de diciembre de 2008
Otra despedida amarga:
Se marcha mi vida en tus caricias
cuando despierta la madrugada
y abandonas lentamente mi alcoba.
Me dejas la huella de tus besos,
meciéndose en el trapecio de mí sueño
y sin poder callarlo…
Se escapa otro quejido,
se escapa otro lamento…
Otra despedida amarga,
esperando la siguiente madrugada.
Siento como la marea se aleja…
abandonando la playa,
me deja despojado de tus manos,
y en el desolado desierto…
De las vacías sabanas,
donde anida el ave de la mañana
desterrándome de tu cuerpo,
Con sus blancas alas.
La luz me ciega el alma
escondiéndome tus ojos
para que no pueda taparme…
Con el velo de tu mirada,
me va dejando que se pierda la memoria
olvidando los latidos que se alejan…
Con tus caricias y mi vida,
llevándose,
Quedo esperando el renacer de otra noche…
Otra madrugada,
escondido bajo el sauce de sus caricias
Tapado con su mirada.
F. Rubio (c)
viernes, 5 de diciembre de 2008
Son mis hermanos:
¿Cómo callarlos?
Gritos de angustia
afloran en el interior
del pozo de mi respiración.
¿Cómo callarlos?
Si escuchando el noticiero
me desgarra la piel del sentido,
sentido que deforma el semblante
de los amargos trances ajenos.
Ajenos a mí...
pero cercanos a mi dolor,
cercanos a mis lágrimas
y a la vez cercanos
a mi pena.
¿Cómo callarlos?
Si oyendo sus plegarias
las hermano con las mías
semejando penas gemelas
con nacimientos unidos
en partos desahuciados
de justicia y comprensión.
¿Cómo callarlos?
Si nos une el amargo gen
de la pobreza compartida
en lazos cruzados de penurias
de los nacidos sin herencias lujosas
ni sangres azules.
Peleamos por la vida
en la empuñadura de la pala
que quiere enterrarnos
en el olvido de nuestra existencia
para no recordar
que también somos humanos.
Quizás no tengamos herencias!!
pero si derecho a la vida.
¿Cómo callarlos?
Si los que demandan
derecho a la libertad de vivir.
Son mis hermanos de lecho.
Son mis hermanos de hambre.
Son mis hermanos de lucha.
F. Rubio©
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Crepúsculos de mis sueños:
Son atardeceres en mis ojos
los poemas de las sombras
y colorean mis pupilas
los crepúsculos de mi aldea.
El sol queriendo apartarlas
abraza nubes rosadas
para ver las casas de barro
con sus camas de tejas de arcilla.
La arboleda le susurra una nana
y la tarde arropa a la luna,
Que se ha quedado dormida
en el zurrón de la cima.
Luces al fondo del valle
cubiertas de algodonada niebla
perfilan el lejano horizonte,
lugar de los poetas labriegos
que aran surcos de versos.
Pastores con harapos de rimas
cuidando rebaños de estrellas,
que pacen en los prados del alma
y beben agua clara,
en arroyos de lagrimas.
Agua que el cielo derrama
sobre el manto florecido
en el campo de los sueños
donde recita mi pluma.
F. Rubio
domingo, 30 de noviembre de 2008
¡Esta nevando!
Paseo la mirada por el blanco impoluto
Que cubre la nieve,
Ocultando los grises rostros apagados
de los olvidados sin hogar,
Que caen en la hondonada de la muerte sonriente
helando sus cuerpos postrados
en refugios de plásticos sin transparencias,
Arropados con diarios caducados
que comentan las estadísticas de sus vidas.
¡Sigue nevando!
Y veo los cuerpos amontonados
en las escaleras desgastadas del metro,
intentando calentarse,
Con ese aire calido de inmundicias e hipocresía,
Que inhalamos expirando desprecio hacia lo humano
que entre viejas ropas contemplamos,
Y de reojo sin fiarnos,
Maldecimos sin pensar,
Que ellos como nosotros,
También nacimos desnudos.
F. Rubio
martes, 18 de noviembre de 2008
Años incumplidos:
Trece días en el calendario,
trece días quedaron,
se fueron en las curvas del asfalto,
apagaron las vidas de inocentes,
que de madrugada volvían
al calor de su hogar,
chirriaron las ruedas,
giró el volante
pero su carnes golpeadas quedaron,
en los troncos de árboles sangrantes.
La madre los echa en falta,
pregunta que ¿Qué hora es?
es tarde, y sus hijos no han regresado.
Suena el destino en el teléfono
se sobresalta en la noche,
no espera llamada
seguro que se equivocan,
seguro.
Un grito desgarra la alcoba
trece días de calendario que quedan,
no cumplirá los años,
se quedaron en la carretera.