martes, 4 de agosto de 2009

18 de agosto.



18 de agosto.

El terruño está de luto
y riega con sangre el olivo del barranco
donde se esconde la luna,
donde está llorando el arado.

En su surco lo han enterrado,
al de la mula torda,
al de la casa de Bernarda Alba,
la noche, lo ha callado.

Los grillos le lloran con su negro manto,
18 de agosto, madrugada de duelo,
se llevan al poeta, dejan la poesía muerta,
y su cuerpo en una fosa.

Caireles de lágrimas adornan la pena
de los cipreses, están tristes,
la fragua los llama, y Granada,
¡Ay…mi Granada!

Granada ha perdido su flor,
su rosa mora, la de la Alhambra,
la más roja,
la más gitana….la mas perfumada.

18 de agosto, ya de madrugada,
casi despuntando el alba
en la sombra de la elegía,
el cielo, de color rubí despertaba.

Como amapolas entre los trigales,
los dorados rayos del sol, entran en las heridas
que el albero va tapando con el rocío
de un crimen, fusilando sus palabras.

No lloran las campanas
ni tampoco cantan,
se le han quebrado las cuerdas
que tañen en sus gargantas.

Ya, los perros no ladran
y el gallo ha confundido la mañana,
hasta el sol,
de puntillas se asoma…tiene miedo.

Federico ha muerto,
y en el barranco hay una cruz en el suelo,
junto al olivo, en la mañana de verano,
18 de agosto, no te olvido.

F. Rubio. ©



  Federico García Lorca. 1936 - 2009. 73 años de muerte




 La madrugada estremecida del 19 de agosto de 1936 la luna ausente miraba mustia los tristes barrancos de Víznar.
La sangre de Federico García Lorca tiñó la pendiente de versos apagados que rodaron por los guijarros.
Voces de héroes muertos retumbaron en las aristas de los montes. Y nosotros cantamos:



Los barrancos de Viznar doloridos
sacudieron temblores de injusticia,
cuando su cuerpo en sangre de malicia
derramó sus espantos ateridos.


  Lorca murió por ingenuo, por cándido, por excesiva confianza,
por desconocer la furia inculta de unos militares envalentonados que instaron o permitieron su fusilamiento.
Lo acribilló la insolencia, la envidia y la inquina de la cobardía y el despotismo campantes;
latentes rencillas familiares o amigas de plomo azul y de balas verdes en dolorosa homofobia;
le costó la vida su flirteo con la República, su jaraneo desenfadado y liberal con el ámbito homosexual y exótico.

  La muerte rondaba. Algo presentía; el verso le fluía estremecido en una inquietante atmósfera,
que envolvía el aire en trémulo presentimiento y amenaza,
surcado por aves de misterioso agüero en metáforas instintivas: «…el verano siembra/ rumores de tigre y llama»;
la premonición estremece su escaso futuro.
En versos emocionados le aconsejábamos:



¡Federico, no vayas a Granada!
Granada agazapa su voz rancia.
Federico, recela de Granada,
Tu Granada rezuma intolerancia.
¡No vayas a Granada!
Allí afila sus garras la ignorancia,

escrito por; Camilo Valverde-Mudarra.
Setenta y tres años después, seguimos sin poder darle una sepultura digna;
una casa en el cielo, donde el descanso ganado por su arte, sea placentero,
y recoja su fragua de polisón de nardos, la inocencia de su alma.

basta ya de esconder el crimen de la derecha fascista, que reconozcan la culpa;
el pueblo sabe donde esta su cuerpo,
¿tanto miedo tienen los jueces, y los fascistas de la memoria histórica?
¿acaso no se ha terminado la represión?
¿ o tan solo es una mascara de los que realmente rigen los designios de este país?
demos al maestro lo que es del maestro.
y de una vez por todas, que esta España le rinda el homenaje que la cultura le adeuda.
Federico García Lorca, es la historia de nuestra historia,
la de nuestra poesía y la de nuestros grandes poetas, y aunque este pais se parezca,
ha aquel país de sombras y que escondido tras de las puertas
dice;<< hsssssss, calla que nos oyen, no digas nada, que vienen los civiles, por dios niño eso no se dice.
un país de vergüenza, un país donde todos callan por miedo al yugo, por miedo al que dirán?.
ni los años de los años, todo sigue como el día 18 de Agosto del 1936, el luto y los velos
las miradas de reojo y el cacique que nos manda.

No callaremos mas, queremos la libertad que a el le quitarón junto a su vida
VIVA FEDERICO GARCIA LORCA, VIVA SU OBRA.
escrito por; Francisco Rubio.


POEMA DE UN SERVIDOR DEDICADO A LORCA.
Llora la Alhambra:

Sombras de sangre en granada,
La tarde roja…
Llora la Alhambra.
El gitanillo, tarantos le canta,
se lo llevaron de madrugada.

Cortaron el tallo de la azucena,
en su pecho brilla…
La luna llena.
Dejaron al verde ciprés sombrío,
se oían los llantos de muerte.

El pintor se queda malherido,
sus lienzos…
Pierden el color.
Mataron de la poesía, al ruiseñor,
La emigrada tierra, pañuelos riega.

Con lágrimas de tristes poemas,
Los fusiles…
Sellaron su canto,
La fragua se viste de negro duelo,
pero nunca podrán callar al poeta,

Federico escribe…
Desde el cielo.




F. Rubio

lunes, 3 de agosto de 2009


La amistad de los seres, es infinita, hasta que se quema su raíz. No la quemes, cuídala.

A veces no paramos a mirar atrás, y seguimos caminando sin mirar tan siquiera al suelo, no nos damos cuenta, si al ir descalzos por nuestras sendas, podríamos pisar espinas de rosas llorando, solo al sentir el dolor en nuestras plantas de los pies, nos damos cuenta del daño que podemos causar a nuestros semejantes, y quizás ya sea demasiado tarde y queramos parar la hemorragia de nuestras huellas, pero ya es imposible, ya rompimos el tallo de tan bella flor, y, se seca sin remedio, ni tan siquiera nuestras lagrimas de disculpas, pueden devolverle la vida que rompimos en nuestro paso descuidado, por eso, pido que seamos consecuentes con nuestros actos, y nos paremos a pensar, antes de que el daño no tenga cura, la amistad es una rosa que tenemos que regar con amor, y cultivarla en el mejor parterre de nuestro jardín, en nuestro corazón, junto al estanque de las alegrías.

domingo, 2 de agosto de 2009

La mar que te espera:



 La mar que te espera:

A la riera,
en su camino hacia la arena,
el papiro, al agua le preguntaba
en los destellos de la mañana.

¿ A donde vas con tanta prisa,
que no te detienes a refrescar mis hojas?

Descansa en esta orilla,
escucha el trino de las aves
despertando la arboleda
que engendraste,
con tu semental carrera.

¿ Acaso alguien te espera, o
dejaste algún beso varado,
en alguna ribera?

¡¡Ya sé que la mar te llama!!

Que la muerte,
es tan bella en su playa,
que ni vivir quieres,
sin oír sus olas.

Pero…ten paciencia,
los juncos de tu camino,
quieren sentir tu verso,
y llenar cantaros de ninfas,
en los meandros de tu cuerpo.

Que la rizada serenata de tus crines,
se columpie,
en los saltos de las piedras,
y talles esculturas de blanca espuma,
en las palmas de sus manos.

Espera,
no dejes los estanques,
sin tu risa fresca.

No seques los recodos que peinan
tu ondulada cabellera,
quieren regalarte,
de lirios,
una diadema,
y los nenúfares,
se mecerán en tus brazos,
la cuna...que nacer los viera.

Tú, madre, la riera,
manantial de vida,
que ha morir vas a la arena,
donde vive la tormenta,
donde se gestan las nubes,
en la mar que te espera.

No tengas prisa, no corras,
que todo,
al final…nos llega.
F. Rubio


sábado, 1 de agosto de 2009

Rueda, rueda:


Rueda, rueda, 
bajamos la escalera,
el abuelo delante
yo detrás, y la abuela 
tercera.

Rueda, rueda, 
ya viene el autobús 
por la carretera
la abuela reza,
y el abuelo espera
vamos a la playa.

Rueda, rueda, 
ellos nunca la vieron
tan cerca de la arena,
la abuela se sienta
y el abuelo duerme la siesta.

Rueda, rueda, 
el balón es de plástico
y la bolsa de tela
bocadillos adentro lleva
y el agua en la nevera.

Rueda, rueda, 
la abuela se baña 
y se sienta en la toalla
el abuelo se enfada
le he echado arena
en su boina nueva.

Rueda, rueda, 
el sol se marcha
y vamos de vuelta
el abuelo esta cansado
y la abuela muerta.

A mi me ha encantado
el día de playa
y cantar a la rueda, rueda,
escalera arriba el abuelo
delante, yo detrás
y la abuela tercera.

F. Rubio


He gritado tu nombre… y solo hay vacío





He gritado tu nombre… y solo hay vacío: 


He despertado al cielo cada madrugada
Para gritarle tu nombre a las estrellas.

He grabado a fuego en los luceros del alba
La fecha de tu partida.

Y cada despertar muero esperando que anochezca
Para contemplar el velo que sustenta la oscuridad,
Y grito al vacío para que tu vuelvas,
Y así poder liberar a los luceros de las llamas de tu ausencia.

Pero sigo asomado a la ventana,
Y les cuento a las Pléyades la historia de un amante anacoreta
Entregado a tu penitencia.

He renunciado a la vida, 
¿ si tu no estas en ella …de que me sirve ?

Si mil noches he pasado asomado a mi ventana
Trasnochando en la pila del bautismo sideral
Para encontrar tu nombre entre los astros.

He gritado tu nombre… y solo hay vacío.

Solo encuentro lagrimas de un espectro de luces apagadas
Retirándome tu amor cada mañana para volver a morir
Sin poder decirte,
Que sin ti ….no soy nada.

F. Rubio