domingo, 15 de noviembre de 2009

Mi deuda contigo:





Mi deuda contigo:
A veces, aún cansado me libero
del hastío acurrucado en mis ojos,
Siento como se eleva el alma
al contemplar tu sonrisa
esperándome en la puerta del jardín,

Entonces, el corazón me da un vuelco de vida
que ya creí perdida en el ocaso
de mis descubiertas cicatrices,
Que reflejan los años pasados.


Hoy vengo a tu regazo a perderme,
A sentir calor eterno,
A servirte mil sorbos de felicidad
en la copa de mis manos,
En el cáliz de mis labios.


A premiar tu fidelidad a mis locuras,
A regalarme a ti, por ser la diosa de mi universo,
La madre de mis cosechas,
El abrigo que me resguarda del frío,
La paciencia que me aguanta.


Hoy vengo a cuidarte…mi esposa,
Porque todo te lo debo,
A ti me ofrezco… mi tesoro.

F. Rubio ©

viernes, 13 de noviembre de 2009

Rebobinando malos sueños:



He querido cerrar los ojos
para que se desvanecieran
los gritos ocultos en la trastienda
gris de los sueños.
No quiero ser envuelto
por huracanes preñados de miradas
odiosas, y bocanadas de falta de respeto.
Por eso me siento en un halo del precipicio
a mirar cómo pasa la mezquindad
disfrazada de sonrisa,
enseñando el destello dental
entre labios forzados de medias lunas,
y arrogantes saludos arropados
de soberbia con gabardina.
He querido soñar de nuevo
por si tan solo fue una foto borrosa
que se veló en un mal momento.
Pero el sueño me niega,
no quiere rebobinar penas,
y trato de encontrar alegrías
en estanterías polvorientas de recuerdos.

F. Rubio

jueves, 15 de octubre de 2009

Mon amie la rose, Francoise Hardy

Envolturas de sexo






Envolturas de sexo.

Bajo el arco de tus labios
nacen tormentas de deseos
que inundan de temblores mis manos,
Y rompen en jirones mis ropas,
Como el huracán vuelve paraguas
en inútiles refugios de solsticios de inviernos.

Yo voy cruzando umbrales de fuego
esperando que amaine el tormento,
Tengo miedo de que se enfríe demasiado
y lleguemos tarde,
Al punto donde se crean los mares muertos,
Y mi pecho ya no te sirva de puerto,
Donde una noche embarcaste tus besos.

Sentémonos a contar las gotas de sudor
que riega nuestros encuentros
en los cálidos parajes de hoteles apartados,
Sobre sabanas aprisionadas
bajo tu cuerpo y mi cuerpo,
Envolturas de sexo,
Lirios balanceándose en el jardín del deseo.

F. Rubio ©