sábado, 31 de julio de 2010

Mí amada luna:





Mí amada luna:
Emancipada de la noche,
Aposenta tu plumaje
Y desnuda en el cielo
Tus perlados hombros
Gestando hialinas ubres
Colgadas de las nubes.

Mí amada luna:
Embaucadora sibilina
Mordisqueada de besos,
Soslaya balcones
En tu cuerpo y acamparé
En el oasis de tu ombligo,
Para beber el vino lujurioso
Que emana torrentes
En mis bajos soportales.

Mí amada luna:
Tallada por la noche
En el marfileño deseo,
Ven a acostarte a mi lado
Y nos amaremos sin premuras
Epigrafiando la concepción
De los versos de un poema.

domingo, 25 de julio de 2010

Y arriba ya no queda nada:








Y se hizo la noche con su longevo negror,
Y su espeso gesto dormido.
Miré en su interior sin poder ver nada,
Tan solo la oscuridad,
Que fijamente me miraba
Y robando la luz de mis ojos…
Supe, que arriba ya no había nada,
Nada con que soñar…
Nada por lo que vivir…
Nada que me ate aquí…
Nada, nada, nada.
Y se hizo la noche con sus gestos sin vida,
Con sus lacónicos sonidos.
Ungiendo mi frente,
Vertiendo desanimo en mi destino,
Bañando de frio mis oídos
Y ahogando mi pensamiento
En su oscuro rio y su profundo abismo.
Y ya no lloro…
Ya no vivo…
Tan solo… siento frio.

F. Rubio

domingo, 4 de julio de 2010

Se oxidó el silencio:




Se oxidó el silencio:

El tiempo, me va dejando solo
como a una baranda
en un viejo mirador
de la montaña más olvidada.
Mi cuerpo se despoja capa a capa
de piel óxidada,
dejando al descubierto el esqueleto,
de una escultura
erosionada por el silencio.
Sangra mi costado,
regando mis zapatos pisada tras pisada
dibujando en mí camino,
La firma de mi triste figura y,
el maltrecho dolor
que me ha acompañado.
El olvido, clavó la lanza de longino
asegurando mi muerte
y derramando el agua que fecundó mí destino,
perforando el viejo metal
que había forjado… tu amor y el mío.

F. Rubio

sábado, 22 de mayo de 2010

Los celos del mar, la luna y la noche:


Los celos del mar, la luna y la noche:

Cuando las olas recogen sus rizos
y dejan vacías las huellas de la arena,
gimen las rocas ruborizadas
observando las embestidas de la noche
que cabalga sobre la luna desnuda.

El aire silba notas de violines
y el horizonte…
corta como el filo de una espada,
el reflejo refulgente del mar enamorado.

Desprendiéndose de las intimidades celestiales,
las estrellas una a una van cayendo
sobre el rojo lecho de coral tejido
por los besos silenciosos de la noche.

Y al despertar el alba,
la luna abandona los abrazos nocturnos
dejando corazones dibujados en la playa,
y el mar, embravecido por los celos,
con sus olas los va borrando.

F. Rubio

viernes, 7 de mayo de 2010

Quizás algún día:


Quizás algún día:

Quizás algún día,
La rosa muera en mi pecho
De primavera tardía
Y un caracol recorra mis huesos
Comiéndose las hojas muertas.

Quizás algún día,
La luna se bañe en besos
De nata y mermelada de fresa
Y abandone la noche en la cama
Para engañarla con el día.

Quizás algún día,
El agua riegue mi campo
Dándole verde a mi vida
Y en ella florezcan versos
Entre los surcos de mi tristeza
Y los trigales de tu alegría.

Quizás algún día,
Tú dejes la pena en la sombra
Y me traigas en un bolsillo
El fuego de tu sonrisa
Para encender una llama
Entre tu cuerpo y el mío.

Quizás algún día,
Tú vueles con el viento
Humedeciendo las olas
Que refrescan mi arena
Y podré despertar cada mañana
Abrazado a tu mirada.

F. Rubio