lunes, 23 de junio de 2008

Esta noche


Esta noche:

Esta noche mi cielo,
quiero darte la vida,
que mis labios
rocen tu pecho,
que ha algodón
de azúcar me sabe.
Esta noche mi amor,
quiero volar contigo
que el suspiro quede
del universo prendido.
Esta noche mi amada,
quiero soñar a tu lado
que las estrellas besan
tu cálido vientre
y tu luz se haga fuego.
Esta noche mi rosa,
quiero fundirme a tu lado,
que tu perfume se quede
sobre los poros del alma,
tus espinas me hieran
como flechas de Cupido.
Esta noche mi luz,
quiero que se haga eterna
que ilumine mi calma,
para amanecer
abrazado contigo.
Esta noche mi cielo,
mi amor, mi amada, mi rosa,
que tu luz nos ame,
hasta sentirnos en uno.

F. Rubio

para mi princesa de la perla
con el corazón en la mano.

domingo, 22 de junio de 2008

La pluma duerme:


La pluma duerme:

Las hojas en blanco del cuaderno,
se amontonan esta noche oscura,
en la penumbra de mi escritorio,
se ha marchado mi musa,
quizás nunca la tuve.
La pluma se va secando olvidada
y escribir versos ya no puede,
como tierra yerma sin agua,
de sus venas ya no fluye la vida,
los poemas, se han marchitado.
Con la luna negra del olvido,
mis manos dejan sombras ocultas
y mi tenue luz queda dormida,
la cubrió la noche con velos.
Hoy buscaré en mi alma
y cerraré las puertas del limbo,
para escribirle rimas al cielo
y que las nubes lloren poesías,
en las hojas blancas del día
y la pluma cuente paseos,
sobre caminos azules de tinta,
en el papel del cuaderno dormido.


F. Rubio

Lirio del Jordan


Lirio del Jordan:

Quitándome el aire, tu aliento llega,
como el sol alto quemando en la arena,
quema la piedra, con dureza eterna
y la mañana azul el brillo ciega.
Tú, dama de Jordania, eres estrella,
pintas de claro la duna morena,
con la belleza de luz nazarena,
que en la roca, con amor, grabo su huella.
Templo de Petra, reina y dueña hermosa,
del palacio de luna, eres la diosa,
tu cuerpo posa sobre mármol rosa.
Lirio de oriente con ojos oscuros,
mi corazón mana sangre dorada,
por tus besos, llora diamantes puros.

F. Rubio

viernes, 20 de junio de 2008

Soy tu morada


Soy tu morada :

De luto se viste el alma
De luto la madrugada,
no te aflijas amigo
pues aquí esta tu coraza,
no pises esa tierra,
que la vida sigue en la casa eterna,
te ofrezco mi hombro
para descansar tu mirada,
no estés triste amigo
pues en mi tienes tu morada,
te ofrezco mis manos
para aguantar tus sienes,
te ofrezco mi alma
para soportar dolores,
te ofrezco mi corazón
para que el tuyo no duela,
te ofrezco mis ojos
para que los tuyos descansen
y en mi hombro tu pena me llevo
para que tú sientas sosiego
y tu amigo no sientas desvelo
pues mis manos,
mi alma,
mi corazón
y mi mirada
están para alejar la pena
que a tu gente llega,
no lo dudes mi amigo
aquí tienes tu morada.

F. Rubio
A mi amigo Joan y a su esposa
un abrazo de chaman .

lunes, 16 de junio de 2008

Los acordes del silencio



Los acordes del silencio:

Despuntaba la mañana y leyendo un libro,
notó que los acordes del silencio
le acompañaban en cada página que leía,
solo el murmullo de su pensamiento
tarareaba la letra de esa canción,
la música del poema escrito sangraba
sobre el papel, dejando ríos de caudalosos
versos que bajaban humedecidos por la ribera
de sus ojos y las orillas de los labios cerrados.
Poesía que formaban saltos de rimas
y prosas en las cataratas de sus sentimientos
y como ondas en el lago de la memoria,
expandían sensaciones derramando
las palabras que el Poeta puso con amor
en cada poesía del pentagrama del sueño.
El quisiera ser como el agua que fluye
por el arroyo de su pluma y poder escribir
en los remansos del cuaderno
que forman la sinfonía del Poeta,
el quiere escribir la melodía del silencio en su poema.



F. Rubio



viernes, 13 de junio de 2008

Mi pesadilla


Mi pesadilla:

En la oscuridad, a mi cuarto entraba
como de sombra, la duda velada,
dolor en mi pecho de madrugada,
miedo a despertar mi sueño notaba.

Escalofríos, mi frente sentía
sudores de muerte, merodeaban
entre sabanas de duelo, ahogaban
a mi grave voz que gritar quería.

Despierta alma mía, alza la mirada,
los caballos de los muertos y el día
cabalgan entre bruma adormecida.

Mi habitación, se alumbra en la mañana
y la pesadilla de mi mente huía,
con la paz del sol quedo mi ventana.



F. Rubio
( soneto )

jueves, 12 de junio de 2008



Poesía,
palabra que puso dios
en el sentir del ser,
me da compañía
en los momentos alegres y tristes,
me hacen sentir
latir el corazón
junto con mi alma,
me ayudan a respetar la vida,
Poesía,
voces que arrullan
la desesperación
alegran la compañía
de aquel que tiene sentimiento,
del que siente desventura
y anhela esperanza,
Poesía,
porque el que expresa su sentir
en la poesia
es hombre de bien,
porque el que lee
aprende,
porque el que escribe
siente .



F. Rubio


noche sin luna


Luna de corales muertos,
un velero se abre camino,
trago a trago,
la espuma
bebé.
Navega rumbo
al horizonte,
gimiendo su mástil
por las olas,
reflejándose
en el espejo
del océano.
Cargada de esperanza,
su quilla
surca los mares,
con la luna de la noche
a bordo.
Olas del mar
despertando al alba,
velas hinchadas de viento,
sueños envejecidos
en la roca
de los recuerdos.
Mareas mudas de sonido
a fuerza de oír lamentos,
se calló
la mar anoche,
se ha dormido,
Luna de corales muertos.



F. Rubio



A mi Padre.
Padre, que desde el cielo me guías,
Espero no haberte defraudado.
Padre, tu que emigraste de tu tierra para tierra extraña
Para sacar tu familia a flote,
con el sudor de tu frente,
de sol a sol luchaste por nosotros.
Hoy no tengo suficientes palabras en mi garganta,
Padre, para pagarte lo que me distes,
tu voz serena que me arrullaba
y me daba refugio
y abrigo cuando lo necesitaba,
Hoy Padre, te echo de menos.
Tu pasado vive presente en mí,
Padre, hoy quiero rendirte homenaje
por los años que pasemos,
y recordar aquellas tardes de paseos por el campo,
aquellos días que salíamos de caza y sonreías.
Hoy quiero recordarte ese padre que fuiste,
padre y amigo,
Padre, te echo de menos.
Tus consejos sabios que no comprendía,
Hoy he alcanzado a comprender,
el sonido de tu voz,
tus palabras me ayudan,
Hoy Padre, te echo de menos.


F. Rubio


( A mi Padre que esta en el cielo )

A MI MADRE



A mi madre,
En el mes de marzo nací,
cuando la brisa primaveral es la primera,
cuando el sol empieza a calentar la cara,
mi madre,
humilde mujer me dio la vida,
en la primavera temprana,
como el almendro blanco en flor,
en fuentes de arroyos claros de agua nevada,
saldría la rosa con amor aquella mañana.
Mi madre,
humilde mujer de corazón puro
y alma andaluza,
brega para sacar adelante sus canas,
canas de los años,
como cruces plateadas.
Madre,
que sufres desvelos que para tus hijos vives,
no tienes descanso de la noche a la mañana,
madre mía,
andaluza mi alma grita,
para darte descanso ganado por tus desvelos,
tus sufrimientos y tus canas,
que esta rosa con olores de primavera,
adorne tu alma,
como tú adornaste mi vida,
aquella mañana.



F. Rubio
A esa madre que sufre por sus hijos ( Un beso Madre )

(Descansa en Paz Madre, siempre te llevaremos en nuestro corazón)

Los echo de menos:


Los echo de menos:
Como buitres merodeando en mi carroña,
así he sentido la mirada tras de mi espalda,
yo no lloro por los que se marcharon...Lloro!
por los que se quedaron atrás a consolarme,
quizás ellos son el infame pecado oscuro,
solo pido que Dios los ilumine, los guie,
y haga para ellos la bondad en sus corazones.

Atrás quedaron los buenos ratos de partidas,
los quereres, y las sonrisas de tarde amiga,
ya no vale el recuerdo, no, apagaron la luz,
cayeron al negro saco, roto por los celos
y con manos baldías de la sombra oculta,
los tiremos al pozo sin fondo del olvido
y el desprecio,
por vanidad, nos guió a la envidia;

¿Donde están? los que fueron heridos en el alma,
los echo de menos y lloro, ¿quizás los quiero?
siento la nostalgia de esas tardes de tertulia,
como cuando abro el álbum de las fotos gastadas
que me hacen recordar, imágenes que pasaron,
que no volverán, pues tan solo queda el recuerdo.
¡Recordar! la hora del final, llega para todos;
en esa hora todos somos iguales al tiempo,
almas que se unen en el segundero del aire
y cuerpos que se convierten en tierra fértil,
para abonar la tierra a los que llegan detrás,
como las flores nuevas, que también marchitaran,


F. Rubio
Dedicada a mis amigos y amigas de la perla
con cariño ( reflexionemos amigos )

miércoles, 11 de junio de 2008

Salvemos la tierra


LA MAR SE MUERE:

Se ha quedado el gran albatros ciego, sin su vuelo,
hundidas en negra sangre, sus alas quedaron,
remontar su vida, el ya no puede… se oye el duelo,
ya no brilla el sol sobre el mar, que ellos maltrataron.

La luna llora amargas lágrimas en la arena,
con la marea y la roca del muerto coral,
la gaviota gris quiebra el llanto de la sirena,
luto de espuma y tinte de sombrío mural.

Manchando las playas de venenosos vertidos,
los delfines ya no cabalgan sobre las olas,
la ballena desfila a velar a los heridos,
y tocan lamentos de viento, las caracolas.

Sumergida bajo los océanos sin luz,
la madre tierra dirá, ya basta de agresión,
como una anciana madre, por su hijo va a la cruz.
cansada de que el hombre, le rompa el corazón.


F. Rubio.

domingo, 8 de junio de 2008

Mi ángel...Mi mujer.

Mi ángel...Mi mujer.
Andaba perdido en la bruma del camino
sin sentido de la vida
y como un ángel apareció ella,
la luz que guía mi barco para que no encalle
en las arenas del olvido.
Ella es el faro de ternura que me alumbra
y la pena arranco de mí ser,
para poner velas a mi playa de amargura
y convertirla en el coral rojo del amor.
Ella es el viento que me empuja a navegar
y me ayuda a levar anclas,
poniendo rumbo a la costa de su piel.
Ella es la línea que me marca el horizonte
de su mirada cuando despierto cada amanecer,
como la quiero,
sin ella moriría perdido otra vez ,
en la niebla de la noche más negra.
Por eso es ella, siempre ella,
Mi ángel… Mi mujer.
F. Rubio
A mi esposa que la quiero.

sábado, 7 de junio de 2008

Volvere


Volvere:

Oh cielo...
que amaneces junto a mi amada,
dile, que pronto la veré,
añoro sus caricias, sus besos, su mirada
y a despedirme no volveré,
pues la pena me embarga el corazón,
Oh luna...
que besas su cara dormida,
alumbra mi desesperación,
porque a mi lado sola esta la almohada
y se me rompen las venas de la razón,
Oh estrellas...
candiles de madrugada,
guiadme hasta su abrazo embriagador,
para poder besarla,
pues sin su amor...
yo muero de dolor.


F. Rubio

viernes, 6 de junio de 2008

La pequeña rosa


 
 
 
 
La pequeña rosa dormida:Una tarde sentados al abrigo de la mesa camilla, un pequeño brasero calentando los pies escondidos bajo la humilde mesa, sobre la cual había un mantón bordado con flores de azucenas, que semejaban salirse de la hermosa tela, para florecer en la estancia medio alumbrada de la casa. En el aire flotaba un aroma a rosquillas de azúcar recién hechas por las manos suaves de la abuela, que sentada junto a la mesa con sus cansados ojos tras los cristales gastados de sus gafas, comienza a contarnos historias y cuentos, que la vida le ha dejado en sus canas blancas de dulce apariencia. Y dice: Había una vez.  Una niña muy pequeña de tez blanca y pelo moreno ensortijado, ¡muy hermosa! pero también pobre… Pero que muy pobre, que estaba cuidando un rebaño de cabras en la ladera de un monte muy cercano a estos parajes. Un día muy caluroso, al calor del mediodía, quedó dormida por el cansancio que suponía para su pequeño cuerpo, el trabajo acumulado, y sobre la hierba, acomodó su frágil silueta, para sumirse en un profundo sueño. Y empezó a soñar que era como las golondrinas de la primavera, y volaba por encima de las montañas, para luego bajar al rio, y con su pico, recoger el barro para formar su nido, Bajo los tejados de las casas del pueblo, donde la pequeña pastora nació. Con su vuelo se acercó a la ventana de una casa, y a través de los cristales, observó como unos muñecos hechos de trapos viejos, con agujas de oro e hilo de plata, bordaban un manto, para una señora bellísima, de apariencia angelical, que sonreía mientras veía asomada a la ventana, a la frágil golondrina. Aquella señora, tenía una luz resplandeciente, y se acerco a la cara de la golondrina para darle un dulce beso, y susurrarle con voz muy dulce al oído… Pequeña golondrina, vuela alto, y tráeme con tu pico, una rosa blanca que duerme en la montaña, pero ten cuidado, no las vallas a despertar, pues podría perder su hermosura de blanca porcelana. La golondrina alzó su vuelo y con sus alas azules de primavera, atravesó el cielo para buscar la rosa dormida en la montaña, y la cogió con su pico sin apenas rozarla, para no perturbar el sueño de la pequeña rosa. La golondrina depositó la blanca rosa con amor sobre las manos suaves de la señora, y esta… Acariciando sus pétalos blancos como las nubes, la puso dormida sobre una cama de mullidos cojines de lana nueva y la tapó con el bello manto que los muñequitos habían bordado. Y susurrándole al oído con suaves murmullos; Le dijo: mañana despertarás siendo la niña más feliz de la tierra, pues crecerás, te casarás y tendrás un marido honrado, que te amará ante todas las cosas. Y serás madre de unos niños preciosos y cuando tus hijos sean mayores, te darán unos nietos encantadores, que oirán con atención las historias que tú les cuentes. Y sentados al refugio de una mesa camilla, soñarán que son golondrinas de primavera, para volar hacia el cielo de la alegría, y jugar con una rosa blanca dormida en la montaña. Que les contará cuentos, y les hará rosquillas de azúcar.

F. Rubio

jueves, 5 de junio de 2008

La memoria de la noche


La memoria de la noche:

La luna llora pétalos de estrellas
y con sus lágrimas… ilumina el agua…
el agua… del rocío del alba.
Mi amor no despierta sin cielo,
pero me deja de madrugada,
no cierres las ventanas… quiero sentir…
sentir….como mi corazón te reclama
con las brumas de la mañana.
Mi aurora se ha vuelto descuidada,
pues no tiene…. de la noche la memoria,
los sueños se apagan como una flor deshojada
que marchita el brillo de tu mirada,
pétalos de estrellas… la luna lloraba…
lloraba la luna... por la noche sin memoria.

F. Rubio

domingo, 1 de junio de 2008

Viejo trovador





Viejo trovador

Paseando por senderos trazados
por las huellas de los amantes,
mirando los corazones tatuados
en la corteza de los arboles,
me encontré como un viejo trovador
que paseaba enamorado
entre las hojas marchitadas
por el otoño lánguido del tiempo,
sintiendo el murmullos de las piedras
que a mi paso me contaban
historias de primaveras adormecidas
en el crisálido letargo de la vida,
que se apagaron escondidas
tras las tiernas caricias de la adolescencia
furtiva de besos entrelazados
por los labios de las estaciones del amor.
Amor que respiran las flores,
con susurros de viento perfumado,
explicando a mis oídos los recuerdos
que vivimos tras la sombra de la vereda
de nuestros cuerpos desnudos,
como levitando en los brazos de Morfeo
y soñando lo sentido sobre el manto de la hierba.
Me viene a la memoria el perfume de tu pelo
que como fragancias inolvidables
que no se perturban al tacto de la suave lluvia
que va calando mi alma,
como si fueran heridas que no cicatrizan,
porque sangran la savia del árbol
donde nuestro amor quedó grabado
y se hace eterno,
hoy recuerdo en mí,
el paseo de mi memoria ya cansada
y me siento en la piedra fría,
para contemplar esas letras
que mi mano puso en el árbol de nuestra vida.



F. Rubio

La amistad




La amistad:
Un día encontré la amistad,
en un rinconcito escondida,
lloraba de pena…
Pues estaba triste,
se le rompió lo que tanto quería,
ser amiga del mundo,
compartir los deseos de todos
y cubrir el corazón de la gente,
con velos de seda fina
y abrazos bordados,
con hilos de besos
y encajes de caricias.
Amistad no te sientas triste,
pues mi alma rompes,
no quiero escuchar tu llanto
y si tu sonrisa alegre de niña,
se fuerte y crece,
enséñanos a florecer,
como las flores bellas
del jardín del edén.
No pongas la enemistad en tus manos,
se mi amiga
y reparte conmigo alegrías,
como copos de estrellas blancas,
para que la vida sea luz
y el sentimiento puro.

F. Rubio