lunes, 26 de mayo de 2008

Banderas de losas grises:



A La memoria de Iñaki Ochoa,

alpinista navarro.


Banderas de losas grises

La cima del mundo te conoce,
tierra de hielo y noches largas,
altares de piedra con mantos blancos,
señales clavadas de sacrificios baldíos,
ceremonias de sabiduría te harán.
Llegaste a la cumbre y allí quedaste,
plantaron semillas de sangre y agobio,
por la morada de un cielo sin dueño.
Rompieron los témpanos eternos,
en tu descanso sobre banderas de losas grises,
que el agua exculpe con su lengua helada.
Del cielo caerá una estrella,
para iluminar tú lapida ardiente
como soles de invierno,
semejando ángeles en la tierra que amaste
y cautivo tu cuerpo inerte,
en ella queda,
sobre el suelo frio y la niebla baja,
tu alma se fundió dormida y el aire
te acurruca como cantándote una nana,
para despedirte en sueño de muerte,
en tu montaña sagrada.
Mañana volverán sobre tus pasos,
y con lágrimas heladas regarán tus huesos
para que florezca el hielo del recuerdo
y levantarán un puente entre la tierra y el cielo,
para no olvidar que hay yace...
un montañero.





F. Rubio

A mi niña


A Mí niña:

Lirios blancos,
de olores puros

y brillos del cielo.

 Rosas blancas,
de perfumes eternos

y roció claro,
así es mi niña

y por eso la quiero.


Luz de luna

en noches claras,
en compañía de estrellas

reflejando su cara,
así es mi niña

y por eso la quiero.

Olas azules

rizando el mar,
con la mirada suya

puesta en el horizonte,
te quiero mi niña,
como cuando naciste

y con tu llanto
llenaste nuestra vida

de alegrías
con sabor a esperanza,
así espero que sea tu amor,
como flores blancas,
de perfumes suaves

y roció claro,
con luz de amor,
porque mi niña, te quiero.



F. Rubio
Dedicada a la hija de Carlos ( Dentón ) en el dia de su boda.

Como viejos robles:

Los viejos robles:

Como viejos robles,
así somos por fuera,
pero por dentro savia nueva,
con cortezas arrugadas del paso del tiempo,
pero con hojas nuevas,
en las estaciones que por llegar quedan,
como libros amarillentos de viejos,
ojeados por estudiantes noveles,
así somos los navegantes del tiempo.
Cicatrices de vejez en la piel
y surcos de sabieza,
pero jóvenes en el pensamiento,
nosotros llevaremos las cadenas,
por los que han de llegar,
nosotros les diremos,
que no importa lo que has sido,
importa lo que serán,
como viejos robles,
así somos por fuera,
con savia nueva y corteza arrugada.


F. Rubio

Olor a verano tiene la mañana:



Olor a verano tiene la mañana,
con su vuelo alegre me despierta,
como golondrinas azules,
planeando sobre mi cama,
qué alegría al abrir la ventana
y sentir el aroma a flores de día nuevo.
Olor a verano tiene la mañana,
callejuelas blancas de cal recién pintada,
reflejando sombras del vuelo de la paloma,
como canta el jilguero al romper el alba,
nidos de oro en la alameda,
sobre ramas verdes con puntas de plata.
Olor a verano tiene la mañana,
campo de trigo con amapolas,
que se hacen feria con el roce del viento
y como amantes gimen al sentir su aliento,
Olor a verano tiene la mañana.


F. Rubio

Colores de tu alma:

Colores de tu alma

Como las dunas de Doñana,
así queda mi corazón,
cuando tu luz lo ilumina,
atrapado entre la mar y los pinos,
reflejando colores cálidos,
rojos, violetas y dorados,
como las puestas de sol en verano,
creando el horizonte con colores de tu alma.
Mi corazón se acelera cuando escucha tu voz,
susurrándome al oído,
como el viento cuando mueve la arena,
como los pinos cantándole a la tarde.
Mi corazón se calma,
Cuando se refleja en el espejo de tu mirada,
cuando tu belleza emana,
colores de tu alma,
rojos, violetas y dorados.


F. Rubio

Cartas de amor:


Cartas de amor:

Quiero pasar esta noche,
escribiendo cartas de amor,
cartas como pergaminos antiguos,
que con el paso del tiempo,
aumentan de valor.
No se puede medir la pasión
con que te quiero.

No hay fuerza en el universo,
para expresar lo que siento.
Quiero pasar esta noche,
sobre la cabecera de nubes
que forma tu pecho.

Como espuma salada del mar
que llega a mi puerto,
para poder navegar
sobre las olas azules de tu pelo.

Quiero dormir esta noche,
para poder soñarte a mi lado
y poder abrazarte dormido,
para despertar en el paraíso
y poder mirar
los luceros de tus ojos cada mañana.

Quiero dormir esta noche,
junto al calor de tu hoguera,
para avivar la lumbre
que tu luz desprende,
con el corazón encendido
y mi alma en llamas.

Quiero pasar esta noche,
escribiendo cartas de amor,
con tinta de besos
y abrazado a tu corazón.

F. Rubio