Detrás del cristal.
Sumido en un profundo abismo
humedeciendo mis mejillas
sin encontrar un pañuelo
para secar los mares de lamentos
así veo pasar las tardes
tras los cristales empañados
de corazones
que gota a gota
van cayendo sobre la madera
del marco
hasta podrir sus entrañas
dejándome tan solo en compañía
del humus que infecta de olvido.
El tiempo no se detiene,
auque parece ser mas lento… mas largo.
Mientras mis dedos, mis manos,
y hasta mis labios
se van agrietando entre paredes
desconchadas de tu aliento
deshojando el ladrillo,
deshojando mi tiempo,
creando un desierto en mi adentro,
sin agua, sin vida,
muriendo tras el cristal de un invierno.
He tratado de golpear la luz con mis nudillos
para ver el otro lado de la ventana
y se hunden mis fuerzas
al no encontrar el espacio
donde creía haber dejado
nuestras huellas grabadas de rosas y primaveras.
Y despierto otra vez en la silla,
llorando con el crujir de la vieja madera
que me devuelve a la realidad
de lagrimas resbalando por mis mejillas
y el viejo marco de mi ventana cerrada
sombreando de tristeza mi alma
y mojando de soledad mi mirada
sentado al borde de tu ausencia.
F. Rubio
Sumido en un profundo abismo
humedeciendo mis mejillas
sin encontrar un pañuelo
para secar los mares de lamentos
así veo pasar las tardes
tras los cristales empañados
de corazones
que gota a gota
van cayendo sobre la madera
del marco
hasta podrir sus entrañas
dejándome tan solo en compañía
del humus que infecta de olvido.
El tiempo no se detiene,
auque parece ser mas lento… mas largo.
Mientras mis dedos, mis manos,
y hasta mis labios
se van agrietando entre paredes
desconchadas de tu aliento
deshojando el ladrillo,
deshojando mi tiempo,
creando un desierto en mi adentro,
sin agua, sin vida,
muriendo tras el cristal de un invierno.
He tratado de golpear la luz con mis nudillos
para ver el otro lado de la ventana
y se hunden mis fuerzas
al no encontrar el espacio
donde creía haber dejado
nuestras huellas grabadas de rosas y primaveras.
Y despierto otra vez en la silla,
llorando con el crujir de la vieja madera
que me devuelve a la realidad
de lagrimas resbalando por mis mejillas
y el viejo marco de mi ventana cerrada
sombreando de tristeza mi alma
y mojando de soledad mi mirada
sentado al borde de tu ausencia.
F. Rubio
Tras la pluma tús versos rebosan muchos sentimientos, tristes a veces alegres en otros, pero que el tintero donde se humedece esa pluma siempre este llego.
ResponderEliminarMuy bella poesia poeta, un beso xiyu.
Despertando emociones al leerteFrancisco,es un lujo leerte amigo mio
ResponderEliminarUn abrazo
Stella
Gracias xiyu, un beso mi niña
ResponderEliminarHola Stella, me agrada que te guste, un abrazo cielo
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