
La amistad:
Un día encontré la amistad,
Un día encontré la amistad,
en un rinconcito escondida,
lloraba de pena…
Pues estaba triste,
se le rompió lo que tanto quería,
ser amiga del mundo,
compartir los deseos de todos
y cubrir el corazón de la gente,
con velos de seda fina
y abrazos bordados,
con hilos de besos
y encajes de caricias.
Amistad no te sientas triste,
pues mi alma rompes,
no quiero escuchar tu llanto
y si tu sonrisa alegre de niña,
se fuerte y crece,
enséñanos a florecer,
como las flores bellas
del jardín del edén.
No pongas la enemistad en tus manos,
se mi amiga
y reparte conmigo alegrías,
como copos de estrellas blancas,
para que la vida sea luz
y el sentimiento puro.
F. Rubio