viernes, 19 de septiembre de 2008

Lágrimas del corazón

(A mi hermano Juan Antonio nunca te olvido)
Lágrimas del corazón

Anoche asomado a la ventana,
como cada noche desde que no estás,
te di las buenas noches hermano,
hay un lucero que me refleja tu cara
y me asomo para hablarte,
 las lágrimas se derraman sobre la oscuridad,
como si de una lluvia de dolor se tratara.
Te echo de menos hermano, 
trato de encontrarte saludándome 
en la acera de enfrente sentado,
me pregunto a mi mismo ¿Estarás bien?
¿Tendrás a padre a tu lado?
Seguro que sentado contigo está,
contemplando el cielo estrellado,
vigilando la estela de nuestras vidas.
No dejo de soñarte, de recordarte,
de amarte y en mis sueños,
recuerdo los juegos de niños,
recuerdo los soldados con la cabeza cortada
por mis travesuras de hermano menor,
hoy la guitarra casera… 
de cuerdas de tender la ropa 
que de niños hacíamos,
suena triste en mi memoria,
esta noche recuerdo el bloc de autógrafos
de jugadores de futbol y sus camisetas pintadas,
que dolor hermano, que vacío dejaste,
nunca dejaré de soñarte, mi hermano, mi amigo,
mi compañero de juegos, mi confidente,
mi pedazo de corazón, me ha dejado sin luz,
pero cada noche saludaré al lucero, 
por que se que él está en el cielo,
sentado junto a mi padre, 
velando por mi madre,
esta noche te saludo hermano, 
besando ese lucero. 

F. Rubio ©


jueves, 11 de septiembre de 2008

Telaraña de mentiras



Telaraña de mentiras.

No podía creer lo que estaba viendo
frotaba mis ojos con las manos,
pero solo conseguía irritarlos más,
como si tratara de arrancar de sus pupilas,
las cosas que nos hacen daño al verlas.
Que ingratos son,
El necio, con sus necedades.
El mentiroso, con sus mentiras.
El falso, con sus falsedades.
Ni Belcebú les sonríe, pues de ellos no se fía,
ni en el infierno de Dante,
jamás hubo tal comedia,
creada para destruir la amistad.
Tejen telarañas de palabras disfrazadas,
atrapando la sonrisa de la honestidad,
dejando el eco vacío de verdades,
en un mundo abastecido de hipocresía.
Disfrazados de ovejas,
los lobos aúllan en el monte de la sinceridad.
Sigo frotando mis ojos,
sigo sin creer lo que veo,
trato de ensordecer mis oídos.
Pero solo oigo el daño que no deja de latir
en el interior de la herida que no sana,
infectada por las heces,
de la mentira enmascarada.

F. Rubio
"Una cosa es desear que la verdad esté de nuestro lado,
y otra muy distinta desear sinceramente estar del lado de la verdad. "

sábado, 6 de septiembre de 2008

Campos de Cupido

Lamentos a escondidas,

escuché tu voz,

triste lectura de tus labios salía,

y al oírte, rompí a llorar,

escribes cartas de despedidas

en papel de sollozos y desamores.

¿Quien te hizo daño?

¿Quien rompió tu querer?

Que el pozo de las lágrimas llenó,

y secarse no puede…

se desborda el torrente apenado

inundando tus mejillas.

Baja regando los campos de tu pecho,

para que florezca ahora la pena oscura,

tanto tiempo dedicado a el,

para sembrar espinas áridas de desilusión

que hieren como espadas

en las más profundas emociones,

que el amor, creo en los rincones del corazón.

Sellaré tus labios y secaré tus llantos… viviré contigo,

para devolverte el arco iris de tu mirada

y que tus mejillas florezcan,

creando los sueños de Cupido.

lunes, 25 de agosto de 2008

¿Como fue?




¿Como fue?


Como un jardín de rosas blancas de pasión,
así fue tu amor,
¿como fue?
si tu me mirabas y de amor yo palidecía,
¿como fue ?
que se apago el día y mi jardín se marchito,
¿que tristeza te oscureció para dejarme?
¿como fue?
que tu brillo ya no veo
y la oscuridad me duele en el interior de mis venas,
¿que daría yo?
para tenerte de nuevo en el edén
de la mañana iluminada por tus ojos,
y poder besar la silueta de tu cuerpo
en las arrugas de mi cama,
daría el mundo envuelto en lazos de caricias,
para poder besar tus pétalos de rosa perfumada
con carmines de añoranza encontrada,
¿como fue?
que se nos murió el amor.


F. Rubio

viernes, 8 de agosto de 2008

Senda equivocada



Senda equivocada


La bruma de la euforia cegadora,
que los años de juventud malogran
en aquellos que piensan,
que la droga es el elixir de los dioses.

Años de inocencia enmascarada
por cortinas de humo insinuantes de la mentira,
falsa apariencia embelesadora de agonía.

Quiero dejar de mirar detrás de la celosía
y mostrarte amigo,
que aquello que antaño creías,
no era la vereda que debías seguir.

Ahora en el cruce del camino,
- doy fe - ,
de que hay ángeles guardianes,
que alejan a los demonios
que caminan por el sombrío paseo
de la dura desesperanza,
para enmarañar tu sentido de la vida.

Amigo quiero darte las riendas,
aquellas que tú me diste con tu amistad,
y ponerle velas de alabanza
a la madre que pierde su vida,
para entregarla por la salud de los suyos
alejando las pisadas de los avernos de la ponzoña.

- Se fuerte -,
que los querubes del cielo te acompañan,
y no caminaras solo por la senda
que por recorrer te queda,
se fuerte amigo, cree en ti mismo.



F. Rubio

viernes, 1 de agosto de 2008

Llora la Alhambra



Llora la Alhambra:

Sombras de sangre en granada,
La tarde roja…
Llora la Alhambra.
El gitanillo, tarantos le canta,
se lo llevaron de madrugada.

Cortaron el tallo de la azucena,
en su pecho brilla…
La luna llena.
Dejaron al verde ciprés sombrío,
se oían los llantos de muerte.

El pintor se queda malherido,
sus lienzos…
Pierden el color.
Mataron de la poesía, al ruiseñor,
La emigrada tierra, pañuelos riega.

Con lágrimas de tristes poemas,
Los fusiles…
Sellaron su canto,
La fragua se viste de negro duelo,
pero nunca podrán callar al poeta,

Federico escribe…
Desde el cielo.




F. Rubio

lunes, 28 de julio de 2008

El indigente



El indigente

Cartones amontonados en la escalera,
ropa sucia del maltrecho suelo,
tiritando de frío, el mendigo duerme,
en la puerta del cajero automático.
Gente que pasa y lo mira con hastío,
jóvenes que se burlan de su pobreza,
Miradas y risas que no le duelen.
Pues el dolor… Es su compañero,
sueña cada noche junto a el
y se juegan la vida a pares y nones.
La muerte se sienta en los cartones,
esperando su último amanecer,
¿Quizás mañana no despierte?
¿O quizás un ángel venga ha verle?
Amanece… No hubo suerte,
toca mendigar en el quicio de la puerta
de la catedral del santo padre,
¡que ironía! las beatas entran a rezar
por la humanidad de la gente,
pero pasan sin mirar al indigente.
Una lata vacía en el suelo, ni una moneda,
un cartel que dice.
“Para comida, por consuelo,
solo para comida, que dios te lo pagara
arriba en el cielo”
Pero no llega el samaritano,
otra noche sin comer, tumbado en los cartones,
con su compañero de juego. ¡El dolor!
y la muerte sentada a su lado,
esperando que sea el último sueño.

F. Rubio

domingo, 27 de julio de 2008

Alameda




Alameda, tributo a García Lorca

Canta el ruiseñor en la alameda, 
mientras teje su nido la hembra, 
entre hojas de plata con hilos de oro, 
pues dentro de su cuenca posara su tesoro, 
perlas con pintas, de mañana eclosionan.
En la alameda el ruiseñor canta, 
y en la arboleda la vida llega, 
con plumas bronceadas de luz y trinos, 
el alba llega y la luna se viste de seda, 
para dormir en la cuna del agua, 
acompañada del lucero que la venera. 

F. Rubio

miércoles, 23 de julio de 2008

Amistad muerta




Amistad muerta:

Murmullos de sables necios,
suena el acero frío de la palabra,
con aires de hipocresía.
Palabras que no hacen ruido,
pero cortan el alma en pedazos
y dejan dolor en su paso.
Caligrafía contada al viento,
para derribar los árboles florecidos...
En las hojas del cuaderno.
Como huracanes de odio sin sonido,
derrumbando los cimientos,
de la amistad crecida una tarde...
En las líneas de la lectura.
Ortografía que se pierde en el submundo,
por los rencores de unas manos escondidas,
golpeando en el teclado.
Versos dolorosos que suenan dulce...
Pero con sentimientos encogidos,
por el veneno que mata la oración.
Verbos de un amigo,
que los murmullos fueron apagando,
con su candil de dolor.



F. Rubio

domingo, 20 de julio de 2008

La playa de los deseos

La playa de los deseos:

  

Tumbado en la arena blanca, 

quedo sumido en sueños 

contemplando los destellos 

que la llama de tu mirada refleja. 

Siento como el mar en la orilla 

esconde las caricias plateadas de la luna… 

entre las olas dormidas. 

El tacto de tu pelo entre mis dedos, 

acelera el fluir de mis sentidos 

como miles de mariposas encantadas, 

posándose en las margaritas. 

Tus manos recorriendo las dunas 

del fuego boreal de mi pecho, 

tus dedos jugueteando conmigo 

como juncos bailando  

con el cálido amor del viento. 

Tu suave cuerpo de porcelana 

me hace volar como una cometa, 

esperando el calor de tu aliento 

para formar una danza de besos. 

Besos que la noche sorprende 

en los abrazos de los amantes, 

como agua en la rosa de tus labios 

para calmar tú sed de gemidos. 

Mientras nos amamos sobre lechos 

de espuma sembrados de amores… 

en la playa de los deseos. 

 


Para las damas de la perla con todo el cariño.

F. Rubio (c)