¿Será el Alzheimer, o es que ya soy muy anciano?
Se me rompió en mil pedazos, cayo de mis manos hacia el fondo,
quise atraparlo sin resultado, todo era noche,
y de repente amanecí buscándolo, sentado,
mirando la niebla del cristal ahumado por el que pasa el daño,
el que corta las venas, el que oscurece mis años, el infiel cristal opaco.
Como el ámbar que fosiliza mis huesos ¡los miro! No los reconozco,
son como un extraño en el anden de un pueblo olvidado,
dejado con una maleta en los adoquines pisados por cientos de pasos,
impregnando de huellas irreconocibles, son anónimos pasajeros
que van pasando en un largometraje en blanco y negro.
He perdido el color de los ojos, voy perdiendo el sonido de mis oídos,
casi no sale la palabra de mi boca, las letras se me han quebrado en pedazos,
ya, ni recuerdo mis retratos, solo mi nombre a veces me brota de los labios.
Dicen que es el Alzheimer, que todo lo estoy olvidando, pero yo creo,
que mi mente se ha cansado de vivir,
que siente el paso de los años, quedando en un baúl encerrado,
bajo llaves de dolor, de amor, y amontonados aniversarios
de almanaques oxidados por los latidos controlados en el marcapasos,
de un viejo corazón, roto, y ya cansado.
Enciendo un cigarrillo, el cenicero en un lado y el teléfono en mis manos,
te llamo, te estoy llamando, pero no recibo tono, no se si he marcado tu numero,
o me he equivocado, ¿será el Alzheimer, o es que ya soy muy anciano?
se me rompió el recuerdo, se me ha caído de las manos.
F. Rubio
PD. Dedicado a todos aquellos que sufren esa maldita enfermedad.