El tiempo pasa:
Como el péndulo del tiempo,
así marcamos los pasos
y grabando las pisadas,
caminamos por la tenue
morada de las almas
que recorren nuestras vidas.
Como manecillas de la hora…
El minutero del silencio…
Y el segundero del momento.
Somos pequeños,
casi diminutos puntos de polvo,
como la arena del reloj
que volteamos sin parar,
para creer que el tiempo
en esta estancia no se detiene,
y pasa con arritmias defectuosas.
Esa es nuestra vida, así es el tiempo,
caminante que no se detiene,
ni a mirar a tras para ver quien viene.
Pues pasado es y el molino no mueve,
el mundo no se para sigue cayendo
la arena del reloj del alma.
Como el péndulo del tiempo,
así marcamos los pasos
y grabando las pisadas,
caminamos por la tenue
morada de las almas
que recorren nuestras vidas.
Como manecillas de la hora…
El minutero del silencio…
Y el segundero del momento.
Somos pequeños,
casi diminutos puntos de polvo,
como la arena del reloj
que volteamos sin parar,
para creer que el tiempo
en esta estancia no se detiene,
y pasa con arritmias defectuosas.
Esa es nuestra vida, así es el tiempo,
caminante que no se detiene,
ni a mirar a tras para ver quien viene.
Pues pasado es y el molino no mueve,
el mundo no se para sigue cayendo
la arena del reloj del alma.
F.Rubio
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