He salido de la oscuridad
a golpes de luz.
A tientas.
Y grito, lloro a la misma vez
que bebo el aire humedecido.
Amanecen en mis ojos con destellos
de un cálido prisma de
vida
Y de repente…
El polvo me ciega
cortando como cristales
recordándome el arduo
camino en las noches perdidas
entre llantos estériles
que no me llevan a nada.
Y vuelvo,
a intentar salir de esa oquedad
Trepando por sus ásperas
y áridas paredes,
destrozándome la piel y las manos.
Y vuelvo,
a soñar morir mil veces
de manera continua,
Arrastrándome en caminos
de lágrimas y,
me apuñalan espinas de rosales secos,
sembrados en el pecho.
Quiero despertar,
pero no hay más que rigidez
y firmeza en
los parpados
que parecen clavados
en un desértico sueño.
Peleo,
por mi vida y entonces despierto,
Y la noche pasa,
el sueño pasa
y la vida pasa.
Vuelves a salir de la oscuridad
a golpes de luz.
A tientas.
Apartas diapositivas,
flashes e imágenes borrosas del pasado.
Y otro día, otro sueño más.
Otro escalón de la escalera
final.
(Sueña y vive, no lo dejes, aunque duela,
porque de ese dolor se nutre nuestro destino.
Sueña..)
F. Rubio ©
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