jueves, 15 de octubre de 2009

Envolturas de sexo






Envolturas de sexo.

Bajo el arco de tus labios
nacen tormentas de deseos
que inundan de temblores mis manos,
Y rompen en jirones mis ropas,
Como el huracán vuelve paraguas
en inútiles refugios de solsticios de inviernos.

Yo voy cruzando umbrales de fuego
esperando que amaine el tormento,
Tengo miedo de que se enfríe demasiado
y lleguemos tarde,
Al punto donde se crean los mares muertos,
Y mi pecho ya no te sirva de puerto,
Donde una noche embarcaste tus besos.

Sentémonos a contar las gotas de sudor
que riega nuestros encuentros
en los cálidos parajes de hoteles apartados,
Sobre sabanas aprisionadas
bajo tu cuerpo y mi cuerpo,
Envolturas de sexo,
Lirios balanceándose en el jardín del deseo.

F. Rubio ©

martes, 13 de octubre de 2009

Que no nos vean los cuervos



Que no nos vean los cuervos: 
Entre las sombras encontré a un amigo 
agazapado en paredes de enredadas horas, 
¡Como sin conciencia! perdido. 
Incliné mi espalda y, agarré su mano, 
alcé su cara lavando el barro 
que cegaba su mirada. 

Compañero vente conmigo, le dije, 
andemos hacia delante, 
caminemos juntos sobre el polvo. 
dejemos nuestras huellas en la tierra 
para que recuerden donde estuvimos.
¡Que se entere la gente! 
Que juntos… hicimos camino. 

Amigo, escribamos nuestra historia 
en las caras de las piedras, 
que no se pierda en el zurrón de nuestras espaldas. 
Dejemos caer las semillas de nuestra poesía, 
para que nazcan mañanas mejores 
que guíen a nuevos juglares. 

Andemos mi amigo,
Si, ¡Andemos! 
no dejemos caer nuestros huesos 
en baldíos desiertos de secadas plumas. 

Que no nos vean los cuervos 
pastando en el desaliento. 
¡Marchemos amigo!…
Marchemos, 
que no se nos escape el destino, 
y la guadaña nos sirva para afilar 
la punta del mundo, 
la punta de nuestro lapicero. 
y si caemos…que nuestros pellejos 
sirvan… 
para las tapas del libro de nuestra amistad.

F. Rubio

lunes, 12 de octubre de 2009

Te echo de menos






Te echo de menos:

Como te digo que te echo de menos,
si al despertarme me encuentro solo
giro la cara, y mi cama esta vacía
Ya no respira soles, 
no tiene besos con café en las mañanas.

Como te cuento que me despierto llorando,
que la pesadilla se instalo en tu recuerdo,
y el momento de despertarme, para mi,
si no estas es un infierno.

Como te digo, que sin ti muero,
si no coges mis llamadas,
y la foto de mi cartera,
no me devuelve los besos.

Frágil vuelo



Frágil vuelo:

Sus alas de mariposa frágil
en sutil movimiento
intentando alzar el vuelo
apenas rozan el viento
y se quiebra su corazón
por el fracaso de sus intentos.
Quizás no sabe que la crucificaron
con alfileres a un papel de colección,
junto a los cadáveres de los Ángeles

en la primavera de un cajón.

F. Rubio (c)

domingo, 11 de octubre de 2009

Poemas en la oscuridad.


Poemas en la oscuridad.

Noches cerradas bajo llaves,
claustros de pensamientos,
mi mano perdida,
tiembla lamentos hilados de olvidos y llantos.

Escribo poemas en la oscuridad
persiguiendo veredas,
imaginando tu espalda en el papel
y mis dedos…recorriendo tu piel.

Ciego quedo, y calla el silencio
compartiendo el momento
de la lujuriosa memoria,
iluminando líneas fugaces
en la letanía interior de mis ojos,
y sigo escribiendo,
no se lo que veo, pero escribo lo que siento,
aun sabiendo que ya no te tengo.

Atado a mi cadena, entre el papel, tu recuerdo,
y mi sufrimiento,
cumplo la pena,
esa..si, esa que duele tan adentro,
la que no se quita ni recordando tus besos,
ni tan siquiera sintiéndome amado por otra.

Sigo anclado en tu puerto, y mi amarre,
Te lo llevaste de tu corazón prendido una noche.

Quisiera partir hacia ti,
que las luces del alba me enseñarán el camino,
poder dar los pasos,
y seguir el destello moreno
de los brazos rodeando tu cintura,
pero ya estas lejos,
veo que se escapa tu imagen de mis dedos,
como el humo de mi candela,
soplado por una traicionera brisa
que aparta tu calor de mis manos
enfriando el cálido rescoldo,
que dentro de mi, queda frío,
y se va haciendo eterno,
eterno y negro, como la oscuridad
donde te escribo poemas.


F. Rubio (c)

miércoles, 7 de octubre de 2009

Recuerdos de soledad


Recuerdos de soledad:

Un puente que se derrumba
Otra orilla inalcanzable,

Otro amor que se destruye
un corazón que entristece.

Olas que borran las huellas,
Una playa que llora desierta.

Noches de luna sin amantes
Mares que no encuentran sus besos.

Ahora mis manos solas,
Mis ojos mirando vacíos.

Mi boca buscando el eco
de tu boca.

F. Rubio (c)

domingo, 20 de septiembre de 2009

Cien lunas y cien espejos.


Cien lunas y cien espejos.

Cien lunas en el reflejo del cielo,
Estrellas fugaces paseando destellos,
Y la cola de un cometa prendida en tu pelo,
Que imagen de diosa de los fuegos eternos y bellos.

En el reflejo del cielo cien espejos,
Mi mirada embelesada de tu hermosura,
Y las acuarelas de la noche parpadeándote a lo lejos,
No hay lienzo mas perfecto,
Tu desatas mi locura.

En el cielo, cien espejos y cien lunas,
Y en mi lecho la mujer que me ama,
Ni los cielos, ni las lunas, 
ni tan siquiera los espejos del azul de la mañana,
son tan sublimes, ni tan eternos,
como el retablo de tu cuerpo dibujado en mi cama.

F. Rubio

viernes, 18 de septiembre de 2009

Detrás del cristal.

 

Detrás del cristal.

Sumido en un profundo abismo
humedeciendo mis mejillas
sin encontrar un pañuelo
para secar los mares de lamentos
así veo pasar las tardes
tras los cristales empañados
de corazones
que gota a gota
van cayendo sobre la madera
del marco
hasta podrir sus entrañas
dejándome tan solo en compañía
del humus que infecta de olvido.

El tiempo no se detiene,
auque parece ser mas lento… mas largo.

Mientras mis dedos, mis manos,
y hasta mis labios
se van agrietando entre paredes
desconchadas de tu aliento
deshojando el ladrillo,
deshojando mi tiempo,
creando un desierto en mi adentro,
sin agua, sin vida,
muriendo tras el cristal de un invierno.

He tratado de golpear la luz con mis nudillos
para ver el otro lado de la ventana
y se hunden mis fuerzas
al no encontrar el espacio
donde creía haber dejado
nuestras huellas grabadas de rosas y primaveras.

Y despierto otra vez en la silla,
llorando con el crujir de la vieja madera
que me devuelve a la realidad
de lagrimas resbalando por mis mejillas
y el viejo marco de mi ventana cerrada
 sombreando de tristeza mi alma
y mojando de soledad mi mirada
sentado al borde de tu ausencia.

F. Rubio

viernes, 11 de septiembre de 2009

Quisiera ser un chiquillo:


Roberto Carlos, de lady Laura.

Tengo a veces deseos de ser
Nuevamente un chiquillo
Y en la hora que estoy afligido
Volverte a oir
De pedir que me abraces y lleves
De vuelta a casa
Que me cuentes un cuento bonito
Y me hagas dormir

Este pequeño poema a mi niñez

Quisiera ser un chiquillo:

Cuantas veces he querido 
volver a ser un chiquillo
y sentir en mis sueños 
lo que un día perdí.

Cuando juntos paseábamos 
por calles de tierno amor
besándonos las mejillas 
con labios de infantil carmín.

Cuantos momentos quisiera 
volver a vivir junto al asiento
de aquel pupitre callado 
escondiendo las manos 
de niños enamorados.

Hoy quisiera volver 
a ser un chiquillo, 
y sentir a mi lado 
sonreír tus pensamientos, 
mi lady, mi tierna muñeca rubia 
con ojos de mar
mirando en el interior de mi corazón.

Hoy quisiera volver a la niñez 
para tener a mi lado aquel joyero 
de lagrimas de perlas derramadas
Cuando al acabar la clase, 
con besos de amor me decías, 
hasta mañana mi niño, mi amor.


F. Rubio


viernes, 28 de agosto de 2009

La obra inacabada ( Alegoría homérica )



La obra inacabada ( Alegoría homérica )

Era ya tarde cuando cogió su pluma
sentándose en un banco de caoba,
escribía el verso, que nacía en ciego,
oscurecido por los montes de Pion,
que engullían al mas grande Helios,
para dejar paso a la diosa Selene,
en la danza nocturna sobre el teatro
del creador padre océano, fecundador
de ríos paridos por la madre y diosa Egea.

El trovador cantaba su poesía quedada,
mientras su prolifera mano gravaba
la historia de un marino enamorado
de la aventura, padre de los delfines,
y amante de las sirenas de Poseidón.

El lazarillo quitole las sandalias,
para lavar sus ancianos pies ya cansados
de odiseas, y caminar de guerras
entre hermanos de espadas ensangrentadas,
con la misma sangre de la vid del Partenón.

El juglar, unta sus manos en agua
perfumada de rosas, y levantándose,
apoya su brazo sobre un recto bastón,
y con la voz ya rota por tragar tanta
hipocresía, le recita al joven lazarillo,
un poema de presagio marinero.

( Las olas cubrirán sus velas,
y las costas de mi tierra
perecerán, y quemaran la sal
de mis templos… las piedras.

El fuego será agua roja,
y no habrá sangre, será ceniza,
los seres serán el barro caliente
que sin moldes de manos,
cocerán fuera de los hornos.

Y la montaña gritara ha Zeus,
y Artemisa, Thera enterrará
al minotauro, y el Egeo llorará
por sus hijos, los ancianos de las cicladas,
no tendrán la sepultura esperada.)

Acabando el poema, el poeta,
quedo callado, y todavía su obra
se comenta en el Partenón derrumbado.

F. Rubio

jueves, 27 de agosto de 2009

Cuando nadie me ve



Cuando nadie me ve, dejo que desborden mis lagrimas sordas,
que no sientan el agudo tono, ni el dolor que sufro a solas.

Cuando nadie me ve, siento clavada la puya del olvido,
rompo las calmadas olas, y en mi pecho pierden el sentido.

Cuando nadie me ve, relleno de gritos, espacios vacíos,
trato de ahogarme en suspiros, muerdo los rincones hastíos.

Cuando nadie me ve, exploro simas ocultas en mi amargura,
escalo cumbres de sollozos, y surco versos de ternura.

Cuando nadie me ve, hago blanco en la diana de mis ojos muertos,
echo a volar un avión de papel, lleno de rotos recuerdos.

Cuando nadie me ve, las miradas que no supiste ver, mueren,
dibujo un corazón, y borro los momentos que mas me duelen.

F. Rubio

lunes, 24 de agosto de 2009

Un par de analgésicos



Un par de analgésicos, no curan mi dolor
ni el agua bendita en dispensador de jabón
que pena, el mundo se nos muere, y la conmoción
descubriendo mares, y ahora es mas sabedor

Que del cerdo, no solo tenemos su jamón
también sus enfermedades, es –contagiador-
una gripe universal, que mata sin pudor
que ironía, apreciamos su carne de lechón

Y la ciencia buscando, en el libro la lección
nuestros antepasados, vivieron su pavor
Dicen son inmunes, y mueren sin reacción

los médicos no encuentran llegar a solución
¡Dios mío! ¿Que pasa ha este mundo?, por favor
rezaremos, ¡haber si nos salva la oración!

Este soneto es de miedo, pues ni San Simón
tan siquiera el santísimo padre redentor
Nos libra del aire, estamos llenos del temor.

F. Rubio

domingo, 23 de agosto de 2009

¿Será el Alzheimer, o es que ya soy muy anciano?


¿Será el Alzheimer, o es que ya soy muy anciano?

Se me rompió en mil pedazos, cayo de mis manos hacia el fondo,
quise atraparlo sin resultado, todo era noche,
y de repente amanecí buscándolo, sentado,
mirando la niebla del cristal ahumado por el que pasa el daño,
el que corta las venas, el que oscurece mis años, el infiel cristal opaco.

Como el ámbar que fosiliza mis huesos ¡los miro! No los reconozco,
son como un extraño en el anden de un pueblo olvidado,
dejado con una maleta en los adoquines pisados por cientos de pasos,
impregnando de huellas irreconocibles, son anónimos pasajeros
que van pasando en un largometraje en blanco y negro.

He perdido el color de los ojos, voy perdiendo el sonido de mis oídos,
casi no sale la palabra de mi boca, las letras se me han quebrado en pedazos,
ya, ni recuerdo mis retratos, solo mi nombre a veces me brota de los labios.

Dicen que es el Alzheimer, que todo lo estoy olvidando, pero yo creo,
que mi mente se ha cansado de vivir,
que siente el paso de los años, quedando en un baúl encerrado,
bajo llaves de dolor, de amor, y amontonados aniversarios
de almanaques oxidados por los latidos controlados en el marcapasos,
de un viejo corazón, roto, y ya cansado.

Enciendo un cigarrillo, el cenicero en un lado y el teléfono en mis manos,
te llamo, te estoy llamando, pero no recibo tono, no se si he marcado tu numero,
o me he equivocado, ¿será el Alzheimer, o es que ya soy muy anciano?
se me rompió el recuerdo, se me ha caído de las manos.


F. Rubio

PD. Dedicado a todos aquellos que sufren esa maldita enfermedad.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Cartas bajo el pisapapeles:





Cartas bajo el pisapapeles:
Tu cerraste la puerta sin mirar las lágrimas, 
y detrás de tu corriente
escapan buscando el pañuelo 
de una historia inacabada.

Yo quedé perdido y ausente,
de espaldas a la mirada de tu recuerdo,
y en mi escritorio, los latidos, y el rastro
de tus manos, 
hacen de callado publico;
Esperando el duelo de espada contra espada,
que mi abrecartas tiene con los sobres
dejados bajo un pisapapeles triste,
aplastando sellos de carmín,
y remites impregnados de palabras
grabadas con la pluma enamorada
con la que escribiste 
en el jardín de tus sueños.

Miro al lazo rojo que envuelve mi torpeza,
y le pido que retrase tu despedida,
que sea el carcelero de mis noches
perdidas en bares oscuros,
buscando el consuelo en besos extraños
que solo rellenan tus ausencias,
con amargo veneno fluyendo en mis venas,
y no me dejan ver el drama.

Guionando mi trágica amargura
de cuentos rotos sin finales,
ni esquelas de reencuentros 
de reconciliados amantes, 
entregados al furor encendido 
de gotas caldeadas de olores, 
y trémulas visiones, 
moldeadas de embriagada pasión.

Yo le pido ha esas cartas amarillentas
olvidadas sobre la mesa
por mis amnésicas visiones,
que me lleven al tiempo extraviado,
y me muestren el camino de regreso,
concediéndome el perdón de tus labios
aun sabiendo que en el amor,
no cabe un ¡lo siento!.

 F. Rubio (c)


martes, 11 de agosto de 2009

Esfinge de mi recuerdo:


Esfinge de mi recuerdo:

La noche se hace eterna, 
no se, si fue un sueño,
un gato negro despertó 
el profundo presagio
de malos augurios, 
y un salto de velos negros,
siguió el destino fúnebre 
de un ser querido.

Solo le quedan 
vagos recuerdos 
de una esfinge de pelo negro 
y verdes ojos 
postrada a sus pies.

El pequeño vidente, 
llama extrañado,
Mamá ¡ hay un gato en mi cama! 
No, no hay nada,
duerme mi niño.

Y el cielo, 
le hizo un gesto 
tras la nocturna luna;
la mañana traía llantos, 
y el…. 
no entendía el destino.

Funesta mortaja, 
yace en el tronco de pino
convertido en su ultimo hogar,
enraizando en el cuenco, 
raíces pegadas al ladrillo
de la ciudad de los caídos 
bajo losas esculpidas.

Una cruz será su norte, 
y la negra esfinge
seguirá dormida 
a los pies de su cama,
vigilando el tiempo 
de los relojes muertos 
y al niño dormido.

La profecía del sueño, 
se ha cumplido
sin poder descifrar 
la premonición
del pequeño visionario, 
y la llegada del negro felino. 

F. Rubio

Viviendo en tu cama:



Viviendo en tu cama:

Hoy no hagas la cama,
descubriremos sus sueños
presos de nuestros cuerpos
desprendiendo rubores
de amantes escondidos
entre tu vientre y el mío
alumbrados por lámparas
en silencios carnales,
susurrando suspiros
y calurosos encuentros
de tu fuego frente al mío.


Déjala, que inunde la luz
de nuestra unión infinita,
que recuerde brindis de sexo
golpeando en las entrañas
de cavidades perfumadas
con fragancias derramadas
en las copas de nuestro
ultimo riego divino.


Déjala, no deshagas la calida noche,
que tu carne comió de mi carne,
e invitemos a Eros a nuestro rito
de ofrendas oníricas,
en los brazos del lujurioso silencio,
que vive en tu cama.


F. Rubio (c)

lunes, 10 de agosto de 2009

Mi ultima suerte;


Mi ultima suerte;

-Sombra de la muerte-
Que carece de conciencia
no perdona pero ignora
llanto al doliente que implora
en su ultima hora clemencia.
-Sombra de la muerte-
Vienes cabalgando al frente
del inesperado motivo
y sin respetar lo vivo
tu enjuicias a la gente.
-Sombra de la muerte-
Si me merezco el respeto
reclamo mi ultima suerte
y ante tu imagen inerte
yo moribundo hago reto.
-Sombra de la muerte-
Si pronto me has de llevar
no seas impuro vuelo
y hasta la puerta del cielo
dirijas mi caminar.

F. Rubio

jueves, 6 de agosto de 2009

Candilejas encendidas:



 Candilejas encendidas:

Si alguna vez me amaste.

Recordarás mis tenues pasos
bajando tu triste escalera
retirándome como la flecha
del cupido errante y solo.

Si por mi sentiste amor.

Guardarás entre las hojas
del libro del despertar conmigo
la sombra cobijada eternamente
entre los pliegues del perfumado
ocaso reflejado en el fondo de tu espejo.

Si de verdad me quisiste.

Volverás a aquella playa dormida
que retiraba la marea en silencio
para vernos amándonos cuando tu
le recitabas a la luna versos
de sirenas en espumas de azahares.

Si me extrañas y quieres volver a mi.

Enciende candilejas en tu puerta
por que yo sigo en ella perdido
sin encontrar las grietas
que dejaron filtrarse el amor
que perdimos entre la noche y el olvido. 

F, Rubio

miércoles, 5 de agosto de 2009

Por ti seré



Por ti seré,

horizonte de vientos azules
que adornan tus mañanas de inciensos,
y despiertan de las adormideras noches
tus pestañas con suaves soplos latentes,
y aterrizan en tu almohada como frágiles
libélulas posándose sobre tus aguas.


Por ti seré,

húmedo y fértil jardín
de tus pechos cuando renacen de las lunas
reflejadas en los destellos de mis pupilas,
y alumbran la fecunda imaginación de los dioses
que riegan los páramos del néctar de tu boca,
y sustentan los besos en los arcos de tus labios.

F. Rubio

martes, 4 de agosto de 2009

Juan Antonio, - el junco -


Juan Antonio, - el junco -

Caminando calle abajo 
con garbo de junco verde
al contoneo de la brisa 
pasea Juan Antonio.

Cara alta, y la camisa
anudada al tallo de la cintura,
piel morena andaluza
y ojos de negra luna.

La muchacha que le espera
orgullosa de su estirpe mora,
teje corazones de claveles
para el cuello de su zagal.

Hoy, viene a cortejarla, 
ya escucha el taconeo calle arriba
de sus botines tacón cubano
soleá de amor, tanguillos gaditanos.

El padre espera en el tranco de la puerta,
hoy le pedirá a su niña, se quieren casar,
la morita enamorá, collar en mano
tiembla, no para de temblar.

Le comprará una casita blanca
de conchas de coral,
le plantará almendros
y hasta un nogal.

Bajo su sombra 
se contarán los sueños y reirán,
mirarán a sus retoños
y a los almendros florecer.

Juan Antonio, - el junco -
y la morita enamorá,
juntos en la sombra del nogal
serán eternos, tanguillos de amor
y eterna soleá. 

F. Rubio 

18 de agosto.



18 de agosto.

El terruño está de luto
y riega con sangre el olivo del barranco
donde se esconde la luna,
donde está llorando el arado.

En su surco lo han enterrado,
al de la mula torda,
al de la casa de Bernarda Alba,
la noche, lo ha callado.

Los grillos le lloran con su negro manto,
18 de agosto, madrugada de duelo,
se llevan al poeta, dejan la poesía muerta,
y su cuerpo en una fosa.

Caireles de lágrimas adornan la pena
de los cipreses, están tristes,
la fragua los llama, y Granada,
¡Ay…mi Granada!

Granada ha perdido su flor,
su rosa mora, la de la Alhambra,
la más roja,
la más gitana….la mas perfumada.

18 de agosto, ya de madrugada,
casi despuntando el alba
en la sombra de la elegía,
el cielo, de color rubí despertaba.

Como amapolas entre los trigales,
los dorados rayos del sol, entran en las heridas
que el albero va tapando con el rocío
de un crimen, fusilando sus palabras.

No lloran las campanas
ni tampoco cantan,
se le han quebrado las cuerdas
que tañen en sus gargantas.

Ya, los perros no ladran
y el gallo ha confundido la mañana,
hasta el sol,
de puntillas se asoma…tiene miedo.

Federico ha muerto,
y en el barranco hay una cruz en el suelo,
junto al olivo, en la mañana de verano,
18 de agosto, no te olvido.

F. Rubio. ©



  Federico García Lorca. 1936 - 2009. 73 años de muerte




 La madrugada estremecida del 19 de agosto de 1936 la luna ausente miraba mustia los tristes barrancos de Víznar.
La sangre de Federico García Lorca tiñó la pendiente de versos apagados que rodaron por los guijarros.
Voces de héroes muertos retumbaron en las aristas de los montes. Y nosotros cantamos:



Los barrancos de Viznar doloridos
sacudieron temblores de injusticia,
cuando su cuerpo en sangre de malicia
derramó sus espantos ateridos.


  Lorca murió por ingenuo, por cándido, por excesiva confianza,
por desconocer la furia inculta de unos militares envalentonados que instaron o permitieron su fusilamiento.
Lo acribilló la insolencia, la envidia y la inquina de la cobardía y el despotismo campantes;
latentes rencillas familiares o amigas de plomo azul y de balas verdes en dolorosa homofobia;
le costó la vida su flirteo con la República, su jaraneo desenfadado y liberal con el ámbito homosexual y exótico.

  La muerte rondaba. Algo presentía; el verso le fluía estremecido en una inquietante atmósfera,
que envolvía el aire en trémulo presentimiento y amenaza,
surcado por aves de misterioso agüero en metáforas instintivas: «…el verano siembra/ rumores de tigre y llama»;
la premonición estremece su escaso futuro.
En versos emocionados le aconsejábamos:



¡Federico, no vayas a Granada!
Granada agazapa su voz rancia.
Federico, recela de Granada,
Tu Granada rezuma intolerancia.
¡No vayas a Granada!
Allí afila sus garras la ignorancia,

escrito por; Camilo Valverde-Mudarra.
Setenta y tres años después, seguimos sin poder darle una sepultura digna;
una casa en el cielo, donde el descanso ganado por su arte, sea placentero,
y recoja su fragua de polisón de nardos, la inocencia de su alma.

basta ya de esconder el crimen de la derecha fascista, que reconozcan la culpa;
el pueblo sabe donde esta su cuerpo,
¿tanto miedo tienen los jueces, y los fascistas de la memoria histórica?
¿acaso no se ha terminado la represión?
¿ o tan solo es una mascara de los que realmente rigen los designios de este país?
demos al maestro lo que es del maestro.
y de una vez por todas, que esta España le rinda el homenaje que la cultura le adeuda.
Federico García Lorca, es la historia de nuestra historia,
la de nuestra poesía y la de nuestros grandes poetas, y aunque este pais se parezca,
ha aquel país de sombras y que escondido tras de las puertas
dice;<< hsssssss, calla que nos oyen, no digas nada, que vienen los civiles, por dios niño eso no se dice.
un país de vergüenza, un país donde todos callan por miedo al yugo, por miedo al que dirán?.
ni los años de los años, todo sigue como el día 18 de Agosto del 1936, el luto y los velos
las miradas de reojo y el cacique que nos manda.

No callaremos mas, queremos la libertad que a el le quitarón junto a su vida
VIVA FEDERICO GARCIA LORCA, VIVA SU OBRA.
escrito por; Francisco Rubio.


POEMA DE UN SERVIDOR DEDICADO A LORCA.
Llora la Alhambra:

Sombras de sangre en granada,
La tarde roja…
Llora la Alhambra.
El gitanillo, tarantos le canta,
se lo llevaron de madrugada.

Cortaron el tallo de la azucena,
en su pecho brilla…
La luna llena.
Dejaron al verde ciprés sombrío,
se oían los llantos de muerte.

El pintor se queda malherido,
sus lienzos…
Pierden el color.
Mataron de la poesía, al ruiseñor,
La emigrada tierra, pañuelos riega.

Con lágrimas de tristes poemas,
Los fusiles…
Sellaron su canto,
La fragua se viste de negro duelo,
pero nunca podrán callar al poeta,

Federico escribe…
Desde el cielo.




F. Rubio