martes, 13 de octubre de 2009

Que no nos vean los cuervos



Que no nos vean los cuervos: 
Entre las sombras encontré a un amigo 
agazapado en paredes de enredadas horas, 
¡Como sin conciencia! perdido. 
Incliné mi espalda y, agarré su mano, 
alcé su cara lavando el barro 
que cegaba su mirada. 

Compañero vente conmigo, le dije, 
andemos hacia delante, 
caminemos juntos sobre el polvo. 
dejemos nuestras huellas en la tierra 
para que recuerden donde estuvimos.
¡Que se entere la gente! 
Que juntos… hicimos camino. 

Amigo, escribamos nuestra historia 
en las caras de las piedras, 
que no se pierda en el zurrón de nuestras espaldas. 
Dejemos caer las semillas de nuestra poesía, 
para que nazcan mañanas mejores 
que guíen a nuevos juglares. 

Andemos mi amigo,
Si, ¡Andemos! 
no dejemos caer nuestros huesos 
en baldíos desiertos de secadas plumas. 

Que no nos vean los cuervos 
pastando en el desaliento. 
¡Marchemos amigo!…
Marchemos, 
que no se nos escape el destino, 
y la guadaña nos sirva para afilar 
la punta del mundo, 
la punta de nuestro lapicero. 
y si caemos…que nuestros pellejos 
sirvan… 
para las tapas del libro de nuestra amistad.

F. Rubio

lunes, 12 de octubre de 2009

Te echo de menos






Te echo de menos:

Como te digo que te echo de menos,
si al despertarme me encuentro solo
giro la cara, y mi cama esta vacía
Ya no respira soles, 
no tiene besos con café en las mañanas.

Como te cuento que me despierto llorando,
que la pesadilla se instalo en tu recuerdo,
y el momento de despertarme, para mi,
si no estas es un infierno.

Como te digo, que sin ti muero,
si no coges mis llamadas,
y la foto de mi cartera,
no me devuelve los besos.

Frágil vuelo



Frágil vuelo:

Sus alas de mariposa frágil
en sutil movimiento
intentando alzar el vuelo
apenas rozan el viento
y se quiebra su corazón
por el fracaso de sus intentos.
Quizás no sabe que la crucificaron
con alfileres a un papel de colección,
junto a los cadáveres de los Ángeles

en la primavera de un cajón.

F. Rubio (c)

domingo, 11 de octubre de 2009

Poemas en la oscuridad.


Poemas en la oscuridad.

Noches cerradas bajo llaves,
claustros de pensamientos,
mi mano perdida,
tiembla lamentos hilados de olvidos y llantos.

Escribo poemas en la oscuridad
persiguiendo veredas,
imaginando tu espalda en el papel
y mis dedos…recorriendo tu piel.

Ciego quedo, y calla el silencio
compartiendo el momento
de la lujuriosa memoria,
iluminando líneas fugaces
en la letanía interior de mis ojos,
y sigo escribiendo,
no se lo que veo, pero escribo lo que siento,
aun sabiendo que ya no te tengo.

Atado a mi cadena, entre el papel, tu recuerdo,
y mi sufrimiento,
cumplo la pena,
esa..si, esa que duele tan adentro,
la que no se quita ni recordando tus besos,
ni tan siquiera sintiéndome amado por otra.

Sigo anclado en tu puerto, y mi amarre,
Te lo llevaste de tu corazón prendido una noche.

Quisiera partir hacia ti,
que las luces del alba me enseñarán el camino,
poder dar los pasos,
y seguir el destello moreno
de los brazos rodeando tu cintura,
pero ya estas lejos,
veo que se escapa tu imagen de mis dedos,
como el humo de mi candela,
soplado por una traicionera brisa
que aparta tu calor de mis manos
enfriando el cálido rescoldo,
que dentro de mi, queda frío,
y se va haciendo eterno,
eterno y negro, como la oscuridad
donde te escribo poemas.


F. Rubio (c)

miércoles, 7 de octubre de 2009

Recuerdos de soledad


Recuerdos de soledad:

Un puente que se derrumba
Otra orilla inalcanzable,

Otro amor que se destruye
un corazón que entristece.

Olas que borran las huellas,
Una playa que llora desierta.

Noches de luna sin amantes
Mares que no encuentran sus besos.

Ahora mis manos solas,
Mis ojos mirando vacíos.

Mi boca buscando el eco
de tu boca.

F. Rubio (c)

domingo, 20 de septiembre de 2009

Cien lunas y cien espejos.


Cien lunas y cien espejos.

Cien lunas en el reflejo del cielo,
Estrellas fugaces paseando destellos,
Y la cola de un cometa prendida en tu pelo,
Que imagen de diosa de los fuegos eternos y bellos.

En el reflejo del cielo cien espejos,
Mi mirada embelesada de tu hermosura,
Y las acuarelas de la noche parpadeándote a lo lejos,
No hay lienzo mas perfecto,
Tu desatas mi locura.

En el cielo, cien espejos y cien lunas,
Y en mi lecho la mujer que me ama,
Ni los cielos, ni las lunas, 
ni tan siquiera los espejos del azul de la mañana,
son tan sublimes, ni tan eternos,
como el retablo de tu cuerpo dibujado en mi cama.

F. Rubio

viernes, 18 de septiembre de 2009

Detrás del cristal.

 

Detrás del cristal.

Sumido en un profundo abismo
humedeciendo mis mejillas
sin encontrar un pañuelo
para secar los mares de lamentos
así veo pasar las tardes
tras los cristales empañados
de corazones
que gota a gota
van cayendo sobre la madera
del marco
hasta podrir sus entrañas
dejándome tan solo en compañía
del humus que infecta de olvido.

El tiempo no se detiene,
auque parece ser mas lento… mas largo.

Mientras mis dedos, mis manos,
y hasta mis labios
se van agrietando entre paredes
desconchadas de tu aliento
deshojando el ladrillo,
deshojando mi tiempo,
creando un desierto en mi adentro,
sin agua, sin vida,
muriendo tras el cristal de un invierno.

He tratado de golpear la luz con mis nudillos
para ver el otro lado de la ventana
y se hunden mis fuerzas
al no encontrar el espacio
donde creía haber dejado
nuestras huellas grabadas de rosas y primaveras.

Y despierto otra vez en la silla,
llorando con el crujir de la vieja madera
que me devuelve a la realidad
de lagrimas resbalando por mis mejillas
y el viejo marco de mi ventana cerrada
 sombreando de tristeza mi alma
y mojando de soledad mi mirada
sentado al borde de tu ausencia.

F. Rubio

viernes, 11 de septiembre de 2009

Quisiera ser un chiquillo:


Roberto Carlos, de lady Laura.

Tengo a veces deseos de ser
Nuevamente un chiquillo
Y en la hora que estoy afligido
Volverte a oir
De pedir que me abraces y lleves
De vuelta a casa
Que me cuentes un cuento bonito
Y me hagas dormir

Este pequeño poema a mi niñez

Quisiera ser un chiquillo:

Cuantas veces he querido 
volver a ser un chiquillo
y sentir en mis sueños 
lo que un día perdí.

Cuando juntos paseábamos 
por calles de tierno amor
besándonos las mejillas 
con labios de infantil carmín.

Cuantos momentos quisiera 
volver a vivir junto al asiento
de aquel pupitre callado 
escondiendo las manos 
de niños enamorados.

Hoy quisiera volver 
a ser un chiquillo, 
y sentir a mi lado 
sonreír tus pensamientos, 
mi lady, mi tierna muñeca rubia 
con ojos de mar
mirando en el interior de mi corazón.

Hoy quisiera volver a la niñez 
para tener a mi lado aquel joyero 
de lagrimas de perlas derramadas
Cuando al acabar la clase, 
con besos de amor me decías, 
hasta mañana mi niño, mi amor.


F. Rubio


viernes, 28 de agosto de 2009

La obra inacabada ( Alegoría homérica )



La obra inacabada ( Alegoría homérica )

Era ya tarde cuando cogió su pluma
sentándose en un banco de caoba,
escribía el verso, que nacía en ciego,
oscurecido por los montes de Pion,
que engullían al mas grande Helios,
para dejar paso a la diosa Selene,
en la danza nocturna sobre el teatro
del creador padre océano, fecundador
de ríos paridos por la madre y diosa Egea.

El trovador cantaba su poesía quedada,
mientras su prolifera mano gravaba
la historia de un marino enamorado
de la aventura, padre de los delfines,
y amante de las sirenas de Poseidón.

El lazarillo quitole las sandalias,
para lavar sus ancianos pies ya cansados
de odiseas, y caminar de guerras
entre hermanos de espadas ensangrentadas,
con la misma sangre de la vid del Partenón.

El juglar, unta sus manos en agua
perfumada de rosas, y levantándose,
apoya su brazo sobre un recto bastón,
y con la voz ya rota por tragar tanta
hipocresía, le recita al joven lazarillo,
un poema de presagio marinero.

( Las olas cubrirán sus velas,
y las costas de mi tierra
perecerán, y quemaran la sal
de mis templos… las piedras.

El fuego será agua roja,
y no habrá sangre, será ceniza,
los seres serán el barro caliente
que sin moldes de manos,
cocerán fuera de los hornos.

Y la montaña gritara ha Zeus,
y Artemisa, Thera enterrará
al minotauro, y el Egeo llorará
por sus hijos, los ancianos de las cicladas,
no tendrán la sepultura esperada.)

Acabando el poema, el poeta,
quedo callado, y todavía su obra
se comenta en el Partenón derrumbado.

F. Rubio

jueves, 27 de agosto de 2009

Cuando nadie me ve



Cuando nadie me ve, dejo que desborden mis lagrimas sordas,
que no sientan el agudo tono, ni el dolor que sufro a solas.

Cuando nadie me ve, siento clavada la puya del olvido,
rompo las calmadas olas, y en mi pecho pierden el sentido.

Cuando nadie me ve, relleno de gritos, espacios vacíos,
trato de ahogarme en suspiros, muerdo los rincones hastíos.

Cuando nadie me ve, exploro simas ocultas en mi amargura,
escalo cumbres de sollozos, y surco versos de ternura.

Cuando nadie me ve, hago blanco en la diana de mis ojos muertos,
echo a volar un avión de papel, lleno de rotos recuerdos.

Cuando nadie me ve, las miradas que no supiste ver, mueren,
dibujo un corazón, y borro los momentos que mas me duelen.

F. Rubio

lunes, 24 de agosto de 2009

Un par de analgésicos



Un par de analgésicos, no curan mi dolor
ni el agua bendita en dispensador de jabón
que pena, el mundo se nos muere, y la conmoción
descubriendo mares, y ahora es mas sabedor

Que del cerdo, no solo tenemos su jamón
también sus enfermedades, es –contagiador-
una gripe universal, que mata sin pudor
que ironía, apreciamos su carne de lechón

Y la ciencia buscando, en el libro la lección
nuestros antepasados, vivieron su pavor
Dicen son inmunes, y mueren sin reacción

los médicos no encuentran llegar a solución
¡Dios mío! ¿Que pasa ha este mundo?, por favor
rezaremos, ¡haber si nos salva la oración!

Este soneto es de miedo, pues ni San Simón
tan siquiera el santísimo padre redentor
Nos libra del aire, estamos llenos del temor.

F. Rubio

domingo, 23 de agosto de 2009

¿Será el Alzheimer, o es que ya soy muy anciano?


¿Será el Alzheimer, o es que ya soy muy anciano?

Se me rompió en mil pedazos, cayo de mis manos hacia el fondo,
quise atraparlo sin resultado, todo era noche,
y de repente amanecí buscándolo, sentado,
mirando la niebla del cristal ahumado por el que pasa el daño,
el que corta las venas, el que oscurece mis años, el infiel cristal opaco.

Como el ámbar que fosiliza mis huesos ¡los miro! No los reconozco,
son como un extraño en el anden de un pueblo olvidado,
dejado con una maleta en los adoquines pisados por cientos de pasos,
impregnando de huellas irreconocibles, son anónimos pasajeros
que van pasando en un largometraje en blanco y negro.

He perdido el color de los ojos, voy perdiendo el sonido de mis oídos,
casi no sale la palabra de mi boca, las letras se me han quebrado en pedazos,
ya, ni recuerdo mis retratos, solo mi nombre a veces me brota de los labios.

Dicen que es el Alzheimer, que todo lo estoy olvidando, pero yo creo,
que mi mente se ha cansado de vivir,
que siente el paso de los años, quedando en un baúl encerrado,
bajo llaves de dolor, de amor, y amontonados aniversarios
de almanaques oxidados por los latidos controlados en el marcapasos,
de un viejo corazón, roto, y ya cansado.

Enciendo un cigarrillo, el cenicero en un lado y el teléfono en mis manos,
te llamo, te estoy llamando, pero no recibo tono, no se si he marcado tu numero,
o me he equivocado, ¿será el Alzheimer, o es que ya soy muy anciano?
se me rompió el recuerdo, se me ha caído de las manos.


F. Rubio

PD. Dedicado a todos aquellos que sufren esa maldita enfermedad.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Cartas bajo el pisapapeles:





Cartas bajo el pisapapeles:
Tu cerraste la puerta sin mirar las lágrimas, 
y detrás de tu corriente
escapan buscando el pañuelo 
de una historia inacabada.

Yo quedé perdido y ausente,
de espaldas a la mirada de tu recuerdo,
y en mi escritorio, los latidos, y el rastro
de tus manos, 
hacen de callado publico;
Esperando el duelo de espada contra espada,
que mi abrecartas tiene con los sobres
dejados bajo un pisapapeles triste,
aplastando sellos de carmín,
y remites impregnados de palabras
grabadas con la pluma enamorada
con la que escribiste 
en el jardín de tus sueños.

Miro al lazo rojo que envuelve mi torpeza,
y le pido que retrase tu despedida,
que sea el carcelero de mis noches
perdidas en bares oscuros,
buscando el consuelo en besos extraños
que solo rellenan tus ausencias,
con amargo veneno fluyendo en mis venas,
y no me dejan ver el drama.

Guionando mi trágica amargura
de cuentos rotos sin finales,
ni esquelas de reencuentros 
de reconciliados amantes, 
entregados al furor encendido 
de gotas caldeadas de olores, 
y trémulas visiones, 
moldeadas de embriagada pasión.

Yo le pido ha esas cartas amarillentas
olvidadas sobre la mesa
por mis amnésicas visiones,
que me lleven al tiempo extraviado,
y me muestren el camino de regreso,
concediéndome el perdón de tus labios
aun sabiendo que en el amor,
no cabe un ¡lo siento!.

 F. Rubio (c)


martes, 11 de agosto de 2009

Esfinge de mi recuerdo:


Esfinge de mi recuerdo:

La noche se hace eterna, 
no se, si fue un sueño,
un gato negro despertó 
el profundo presagio
de malos augurios, 
y un salto de velos negros,
siguió el destino fúnebre 
de un ser querido.

Solo le quedan 
vagos recuerdos 
de una esfinge de pelo negro 
y verdes ojos 
postrada a sus pies.

El pequeño vidente, 
llama extrañado,
Mamá ¡ hay un gato en mi cama! 
No, no hay nada,
duerme mi niño.

Y el cielo, 
le hizo un gesto 
tras la nocturna luna;
la mañana traía llantos, 
y el…. 
no entendía el destino.

Funesta mortaja, 
yace en el tronco de pino
convertido en su ultimo hogar,
enraizando en el cuenco, 
raíces pegadas al ladrillo
de la ciudad de los caídos 
bajo losas esculpidas.

Una cruz será su norte, 
y la negra esfinge
seguirá dormida 
a los pies de su cama,
vigilando el tiempo 
de los relojes muertos 
y al niño dormido.

La profecía del sueño, 
se ha cumplido
sin poder descifrar 
la premonición
del pequeño visionario, 
y la llegada del negro felino. 

F. Rubio

Viviendo en tu cama:



Viviendo en tu cama:

Hoy no hagas la cama,
descubriremos sus sueños
presos de nuestros cuerpos
desprendiendo rubores
de amantes escondidos
entre tu vientre y el mío
alumbrados por lámparas
en silencios carnales,
susurrando suspiros
y calurosos encuentros
de tu fuego frente al mío.


Déjala, que inunde la luz
de nuestra unión infinita,
que recuerde brindis de sexo
golpeando en las entrañas
de cavidades perfumadas
con fragancias derramadas
en las copas de nuestro
ultimo riego divino.


Déjala, no deshagas la calida noche,
que tu carne comió de mi carne,
e invitemos a Eros a nuestro rito
de ofrendas oníricas,
en los brazos del lujurioso silencio,
que vive en tu cama.


F. Rubio (c)

lunes, 10 de agosto de 2009

Mi ultima suerte;


Mi ultima suerte;

-Sombra de la muerte-
Que carece de conciencia
no perdona pero ignora
llanto al doliente que implora
en su ultima hora clemencia.
-Sombra de la muerte-
Vienes cabalgando al frente
del inesperado motivo
y sin respetar lo vivo
tu enjuicias a la gente.
-Sombra de la muerte-
Si me merezco el respeto
reclamo mi ultima suerte
y ante tu imagen inerte
yo moribundo hago reto.
-Sombra de la muerte-
Si pronto me has de llevar
no seas impuro vuelo
y hasta la puerta del cielo
dirijas mi caminar.

F. Rubio

jueves, 6 de agosto de 2009

Candilejas encendidas:



 Candilejas encendidas:

Si alguna vez me amaste.

Recordarás mis tenues pasos
bajando tu triste escalera
retirándome como la flecha
del cupido errante y solo.

Si por mi sentiste amor.

Guardarás entre las hojas
del libro del despertar conmigo
la sombra cobijada eternamente
entre los pliegues del perfumado
ocaso reflejado en el fondo de tu espejo.

Si de verdad me quisiste.

Volverás a aquella playa dormida
que retiraba la marea en silencio
para vernos amándonos cuando tu
le recitabas a la luna versos
de sirenas en espumas de azahares.

Si me extrañas y quieres volver a mi.

Enciende candilejas en tu puerta
por que yo sigo en ella perdido
sin encontrar las grietas
que dejaron filtrarse el amor
que perdimos entre la noche y el olvido. 

F, Rubio

miércoles, 5 de agosto de 2009

Por ti seré



Por ti seré,

horizonte de vientos azules
que adornan tus mañanas de inciensos,
y despiertan de las adormideras noches
tus pestañas con suaves soplos latentes,
y aterrizan en tu almohada como frágiles
libélulas posándose sobre tus aguas.


Por ti seré,

húmedo y fértil jardín
de tus pechos cuando renacen de las lunas
reflejadas en los destellos de mis pupilas,
y alumbran la fecunda imaginación de los dioses
que riegan los páramos del néctar de tu boca,
y sustentan los besos en los arcos de tus labios.

F. Rubio

martes, 4 de agosto de 2009

Juan Antonio, - el junco -


Juan Antonio, - el junco -

Caminando calle abajo 
con garbo de junco verde
al contoneo de la brisa 
pasea Juan Antonio.

Cara alta, y la camisa
anudada al tallo de la cintura,
piel morena andaluza
y ojos de negra luna.

La muchacha que le espera
orgullosa de su estirpe mora,
teje corazones de claveles
para el cuello de su zagal.

Hoy, viene a cortejarla, 
ya escucha el taconeo calle arriba
de sus botines tacón cubano
soleá de amor, tanguillos gaditanos.

El padre espera en el tranco de la puerta,
hoy le pedirá a su niña, se quieren casar,
la morita enamorá, collar en mano
tiembla, no para de temblar.

Le comprará una casita blanca
de conchas de coral,
le plantará almendros
y hasta un nogal.

Bajo su sombra 
se contarán los sueños y reirán,
mirarán a sus retoños
y a los almendros florecer.

Juan Antonio, - el junco -
y la morita enamorá,
juntos en la sombra del nogal
serán eternos, tanguillos de amor
y eterna soleá. 

F. Rubio 

18 de agosto.



18 de agosto.

El terruño está de luto
y riega con sangre el olivo del barranco
donde se esconde la luna,
donde está llorando el arado.

En su surco lo han enterrado,
al de la mula torda,
al de la casa de Bernarda Alba,
la noche, lo ha callado.

Los grillos le lloran con su negro manto,
18 de agosto, madrugada de duelo,
se llevan al poeta, dejan la poesía muerta,
y su cuerpo en una fosa.

Caireles de lágrimas adornan la pena
de los cipreses, están tristes,
la fragua los llama, y Granada,
¡Ay…mi Granada!

Granada ha perdido su flor,
su rosa mora, la de la Alhambra,
la más roja,
la más gitana….la mas perfumada.

18 de agosto, ya de madrugada,
casi despuntando el alba
en la sombra de la elegía,
el cielo, de color rubí despertaba.

Como amapolas entre los trigales,
los dorados rayos del sol, entran en las heridas
que el albero va tapando con el rocío
de un crimen, fusilando sus palabras.

No lloran las campanas
ni tampoco cantan,
se le han quebrado las cuerdas
que tañen en sus gargantas.

Ya, los perros no ladran
y el gallo ha confundido la mañana,
hasta el sol,
de puntillas se asoma…tiene miedo.

Federico ha muerto,
y en el barranco hay una cruz en el suelo,
junto al olivo, en la mañana de verano,
18 de agosto, no te olvido.

F. Rubio. ©



  Federico García Lorca. 1936 - 2009. 73 años de muerte




 La madrugada estremecida del 19 de agosto de 1936 la luna ausente miraba mustia los tristes barrancos de Víznar.
La sangre de Federico García Lorca tiñó la pendiente de versos apagados que rodaron por los guijarros.
Voces de héroes muertos retumbaron en las aristas de los montes. Y nosotros cantamos:



Los barrancos de Viznar doloridos
sacudieron temblores de injusticia,
cuando su cuerpo en sangre de malicia
derramó sus espantos ateridos.


  Lorca murió por ingenuo, por cándido, por excesiva confianza,
por desconocer la furia inculta de unos militares envalentonados que instaron o permitieron su fusilamiento.
Lo acribilló la insolencia, la envidia y la inquina de la cobardía y el despotismo campantes;
latentes rencillas familiares o amigas de plomo azul y de balas verdes en dolorosa homofobia;
le costó la vida su flirteo con la República, su jaraneo desenfadado y liberal con el ámbito homosexual y exótico.

  La muerte rondaba. Algo presentía; el verso le fluía estremecido en una inquietante atmósfera,
que envolvía el aire en trémulo presentimiento y amenaza,
surcado por aves de misterioso agüero en metáforas instintivas: «…el verano siembra/ rumores de tigre y llama»;
la premonición estremece su escaso futuro.
En versos emocionados le aconsejábamos:



¡Federico, no vayas a Granada!
Granada agazapa su voz rancia.
Federico, recela de Granada,
Tu Granada rezuma intolerancia.
¡No vayas a Granada!
Allí afila sus garras la ignorancia,

escrito por; Camilo Valverde-Mudarra.
Setenta y tres años después, seguimos sin poder darle una sepultura digna;
una casa en el cielo, donde el descanso ganado por su arte, sea placentero,
y recoja su fragua de polisón de nardos, la inocencia de su alma.

basta ya de esconder el crimen de la derecha fascista, que reconozcan la culpa;
el pueblo sabe donde esta su cuerpo,
¿tanto miedo tienen los jueces, y los fascistas de la memoria histórica?
¿acaso no se ha terminado la represión?
¿ o tan solo es una mascara de los que realmente rigen los designios de este país?
demos al maestro lo que es del maestro.
y de una vez por todas, que esta España le rinda el homenaje que la cultura le adeuda.
Federico García Lorca, es la historia de nuestra historia,
la de nuestra poesía y la de nuestros grandes poetas, y aunque este pais se parezca,
ha aquel país de sombras y que escondido tras de las puertas
dice;<< hsssssss, calla que nos oyen, no digas nada, que vienen los civiles, por dios niño eso no se dice.
un país de vergüenza, un país donde todos callan por miedo al yugo, por miedo al que dirán?.
ni los años de los años, todo sigue como el día 18 de Agosto del 1936, el luto y los velos
las miradas de reojo y el cacique que nos manda.

No callaremos mas, queremos la libertad que a el le quitarón junto a su vida
VIVA FEDERICO GARCIA LORCA, VIVA SU OBRA.
escrito por; Francisco Rubio.


POEMA DE UN SERVIDOR DEDICADO A LORCA.
Llora la Alhambra:

Sombras de sangre en granada,
La tarde roja…
Llora la Alhambra.
El gitanillo, tarantos le canta,
se lo llevaron de madrugada.

Cortaron el tallo de la azucena,
en su pecho brilla…
La luna llena.
Dejaron al verde ciprés sombrío,
se oían los llantos de muerte.

El pintor se queda malherido,
sus lienzos…
Pierden el color.
Mataron de la poesía, al ruiseñor,
La emigrada tierra, pañuelos riega.

Con lágrimas de tristes poemas,
Los fusiles…
Sellaron su canto,
La fragua se viste de negro duelo,
pero nunca podrán callar al poeta,

Federico escribe…
Desde el cielo.




F. Rubio

lunes, 3 de agosto de 2009


La amistad de los seres, es infinita, hasta que se quema su raíz. No la quemes, cuídala.

A veces no paramos a mirar atrás, y seguimos caminando sin mirar tan siquiera al suelo, no nos damos cuenta, si al ir descalzos por nuestras sendas, podríamos pisar espinas de rosas llorando, solo al sentir el dolor en nuestras plantas de los pies, nos damos cuenta del daño que podemos causar a nuestros semejantes, y quizás ya sea demasiado tarde y queramos parar la hemorragia de nuestras huellas, pero ya es imposible, ya rompimos el tallo de tan bella flor, y, se seca sin remedio, ni tan siquiera nuestras lagrimas de disculpas, pueden devolverle la vida que rompimos en nuestro paso descuidado, por eso, pido que seamos consecuentes con nuestros actos, y nos paremos a pensar, antes de que el daño no tenga cura, la amistad es una rosa que tenemos que regar con amor, y cultivarla en el mejor parterre de nuestro jardín, en nuestro corazón, junto al estanque de las alegrías.

domingo, 2 de agosto de 2009

La mar que te espera:



 La mar que te espera:

A la riera,
en su camino hacia la arena,
el papiro, al agua le preguntaba
en los destellos de la mañana.

¿ A donde vas con tanta prisa,
que no te detienes a refrescar mis hojas?

Descansa en esta orilla,
escucha el trino de las aves
despertando la arboleda
que engendraste,
con tu semental carrera.

¿ Acaso alguien te espera, o
dejaste algún beso varado,
en alguna ribera?

¡¡Ya sé que la mar te llama!!

Que la muerte,
es tan bella en su playa,
que ni vivir quieres,
sin oír sus olas.

Pero…ten paciencia,
los juncos de tu camino,
quieren sentir tu verso,
y llenar cantaros de ninfas,
en los meandros de tu cuerpo.

Que la rizada serenata de tus crines,
se columpie,
en los saltos de las piedras,
y talles esculturas de blanca espuma,
en las palmas de sus manos.

Espera,
no dejes los estanques,
sin tu risa fresca.

No seques los recodos que peinan
tu ondulada cabellera,
quieren regalarte,
de lirios,
una diadema,
y los nenúfares,
se mecerán en tus brazos,
la cuna...que nacer los viera.

Tú, madre, la riera,
manantial de vida,
que ha morir vas a la arena,
donde vive la tormenta,
donde se gestan las nubes,
en la mar que te espera.

No tengas prisa, no corras,
que todo,
al final…nos llega.
F. Rubio


sábado, 1 de agosto de 2009

Rueda, rueda:


Rueda, rueda, 
bajamos la escalera,
el abuelo delante
yo detrás, y la abuela 
tercera.

Rueda, rueda, 
ya viene el autobús 
por la carretera
la abuela reza,
y el abuelo espera
vamos a la playa.

Rueda, rueda, 
ellos nunca la vieron
tan cerca de la arena,
la abuela se sienta
y el abuelo duerme la siesta.

Rueda, rueda, 
el balón es de plástico
y la bolsa de tela
bocadillos adentro lleva
y el agua en la nevera.

Rueda, rueda, 
la abuela se baña 
y se sienta en la toalla
el abuelo se enfada
le he echado arena
en su boina nueva.

Rueda, rueda, 
el sol se marcha
y vamos de vuelta
el abuelo esta cansado
y la abuela muerta.

A mi me ha encantado
el día de playa
y cantar a la rueda, rueda,
escalera arriba el abuelo
delante, yo detrás
y la abuela tercera.

F. Rubio


He gritado tu nombre… y solo hay vacío





He gritado tu nombre… y solo hay vacío: 


He despertado al cielo cada madrugada
Para gritarle tu nombre a las estrellas.

He grabado a fuego en los luceros del alba
La fecha de tu partida.

Y cada despertar muero esperando que anochezca
Para contemplar el velo que sustenta la oscuridad,
Y grito al vacío para que tu vuelvas,
Y así poder liberar a los luceros de las llamas de tu ausencia.

Pero sigo asomado a la ventana,
Y les cuento a las Pléyades la historia de un amante anacoreta
Entregado a tu penitencia.

He renunciado a la vida, 
¿ si tu no estas en ella …de que me sirve ?

Si mil noches he pasado asomado a mi ventana
Trasnochando en la pila del bautismo sideral
Para encontrar tu nombre entre los astros.

He gritado tu nombre… y solo hay vacío.

Solo encuentro lagrimas de un espectro de luces apagadas
Retirándome tu amor cada mañana para volver a morir
Sin poder decirte,
Que sin ti ….no soy nada.

F. Rubio


lunes, 27 de julio de 2009

Mis Ángeles






Mis Ángeles ( A Rossana Arellano )

Los Ángeles que me dejaron en este plano,
me esperan con algarabía
en las escaleras del cielo.

Tres quedaron junto a mi aura,
para endulzarme el camino.

El primero.- en la siniestra, me guarda
de las miradas malherientes
y protege mis pies descalzos
con pétalos de rosas.

El segundo.- de una belleza sin igual,
me llena de flores primaverales
bañadas con gotas de roció
que envidian,
hasta los mas hermosos diamantes.

El tercero.- es la luz divina que alumbra mi existencia,
es dulce manjar de bienes
que besa mis manos,
y sosiega mis sienes cansadas,
es mi sol de paraíso, el edén terrenal
al cual he de cuidar,
para que no se deformen sus alas de amor
que prendidas carga en su dorso.

Los Ángeles que me dejaron, sabían que no estaría sola,
que tres guardianes de gloria, guiarían mi vida
por estelas de auroras celestiales.

Mis tres Ángeles me anuncian la buena nueva,
A la hija del agua -ROSSANA-
A la madre del viento –ROSSANA-
A la amiga incansable –ROSSANA-

F. Rubio.


sábado, 25 de julio de 2009

He colgado mi traje:


He colgado mi traje:

He colgado mis años
en un viejo ropero
en la tercera percha
la ultima tras de la puerta.

He dejado mi historia
entre polillas y polvo
para que alguien lea
mis letras pagadas con sangre.


He marcado con llantos
de muerte,
los botones de mis camisas
y he clavado mis versos
con alfileres de espinas
tratando de alzar las manos
detrás de las rejas.


He seguido la luz
que ocultaba la sombra
he tratado de encontrarme
pero ya no queda piel
en mi traje.



A Miguel Hernandez, el poeta del pueblo.


F. Rubio.

Herido por un beso al aire:


Herido por un beso al aire:

Me di cuenta demasiado tarde,
Nos vimos,
Y me dijiste… luego hablamos,
Me hiciste un guiño, 
y dejaste un beso en el aire,
Mas tarde…te busqué, 
Pero no encontré ni el silencio,
Te habías marchado.

Si alguna vez…vuelves,
Te estaré esperando,  
te espero herido de amor 
…por un beso al aire,
herido de ausencia 

…por un hablamos mas tarde.

F. Rubio.

lunes, 20 de julio de 2009

Mi Venus de la ventana:








Mi Venus de la ventana:

Amanece en la ribera, 
el sol,
despertando las nubes.
Una imagen en el trasluz de mí ventana,
la silueta de una Venus enamorada.
Olor a caramelo en el aire
y el dulce color en tus mejillas,
 sueños de ambrosía en tu mirada.
De fondo,
 suena el adagio de Albinoni
y el reflejo de un ángel prometido
me susurra buenos días.

Va transportando la luz
un prisma de emociones candentes,
me parece irreal la imagen 
que la sombra persigue.
Pero estás aquí, 
junto a mí cama,
no es un déjà vu, 
lo estoy viviendo,
eres tú, 
mi amada.

Quedo absorto en las translucidas bellezas
que tu cuerpo describe 
y se va echando la tarde.

Una barca se desplaza río abajo,
su vela blanca latina,
me hace recordar tu sonrisa,
y al contemplar el vuelo
de una paloma que la acompaña,
entorno los ojos y veo al sol
saludando a la luna.
Ella, quiere bañarte de nácar,
pintarte de brillos, 
para anunciar la noche.

Si, la noche que nos conocimos,
la que puso el azul del cielo en tus ojos,
y abrió el diapasón de los versos enamorados.
Para ti, 
mi Venus en la ventana,
mi diosa…mi amada.

F. Rubio


domingo, 19 de julio de 2009

Hace tanto tiempo



Hace tanto tiempo

He sentido el eco del viento
he balanceado mis manos
acariciando tus suaves contornos.

He columpiado mis labios
sobre tus ojos cerrados
sintiendo el vaivén del vértigo.

He surcado el silencio infinito
rizando mi nuca
con las olas de tu cuerpo.

Pero hace tanto tiempo
que no bebo en tu cáliz
que me siento desierto.

Tanto tiempo abrazados,
que confundimos los sentidos
y soñamos ser uno solo.

Tanto tiempo amándonos,
que los besos quedaron
tatuados de placer.

Tanto tiempo fundidos en gemidos,
que las estrellas se sonrojaron
de suspiros.

Hace tanto tiempo que te amo,
que siento como si naciéramos
una vez tras otra...

Y no quiero que llegue el final.

F. Rubio

viernes, 17 de julio de 2009

Embrujo de libertad:




Embrujo de libertad:

Embrujo de libertad,
 de un pueblo que no olvida
lo que sus gentes le piden,
 libertad con sus ideales.
Pueblo perdido en los confines
de un río eterno,
como agua en la presa pidiendo
su cauce para continuar el paso
 hacia el riego de las cosechas
en los campos del silencio obligado.


No les dejan vivir,
pero luchan por lo que un día
les quitaron a fuerza de palos.


Embrujo de libertad,
como el vuelo de la mariposa
cuando abandona la crisálida
 para colorear con sus alas las mañanas
de las primaveras de los sueños.

Jamás un pueblo debe estar enjaulado
 con barrotes de sangre y miedo
entre llanos y cumbres de lamentos.

Como el viento libre de los campos,
tiene que respirar en el tallo
de las flores del azafrán,
para sentir el aire de libertad
 que entre cumbres de nieve,
nacerá como nace el sol cada mañana.

Embrujo de libertad,
como amaneceres nuevos,
para ver despuntar las sonrisas de sus madres,
como el brillo del lucero de la mañana
en el inmenso espacio del universo de un nuevo día.

Embrujo de libertad,
como el latir del corazón de un niño,
que cuando nace del vientre de su madre
 nadie le pregunta, ¿ embrujo de libertad
 o la rabia de la opresión?
Libertad para los pueblos y sus gentes.
 
  F. Rubio


martes, 14 de julio de 2009

A mi hijo

A mi hijo:
Anidando en el sembrado de mis manos
te dormías… como la alondra en las siestas veraniegas,
tú… levantabas la carita para mirarme,
yo… te besaba la frente,
y cerrabas los ojitos
sabedor de estar protegido.
Ahora ya casi vuelas en tu propio cielo y,
me cuesta acostumbrarme,
casi que me da miedo, cuando me dices hasta luego,
No, por tu destreza… si no, por la imprudencia de esta vida.
Trasnochadas temblorosas espero tu regreso,
y cuando siento el crujir de tu puerta,
mi corazón desacelera los minutos del silencio,
y mis alas… reposan.

Para mi hijo,, que la vida lo trate bien.

F. Rubio

lunes, 13 de julio de 2009

Perdido :

Perdido :

Cansado de vagar sin norte
gastando mis albarcas de pita.

Perdido, y sintiéndome observado
por corvidos déspotas.

Por fin una puerta que se abre,
una luz en el camino,
un quicio donde sentarme.

Por fin, una voz conocida,
un manantial donde saciar mi sed 
y sanar las heridas.

Un pozo de samaritanos de la palabra
que no recelan del forastero
examinando sus ropas andrajosas
y su rostro cansado.

Ya no me quedaban recodos 
donde mirar,
ni piedras que levantar.

Cada paso se espinaba de guijarros
haciendo de mis pies… 
llantos que cegaban mis andadas.

Por fin llegue a mi destino,
un lugar donde la lluvia se hace sonido,
un paraíso donde siembran las palabras
y se recogen semillas de caricias
con el cuenco de tus manos.

Por fin os encuentro… ya puedo descansar.



F. Rubio

domingo, 14 de junio de 2009

Madrugar día tras día,


Madrugar día tras día,
 



Madrugar día tras día
para engendrar ojeras
de lustros despertares
sin brillos ni alegrías,
Tan solo unos marcados
rasgos de ingrato cansancio.

Hormigonadas madrugadas
dormitando en mi diario
y un salario venido a menos
tiritando en el frío plástico
de una tarjeta anoréxica.

Insomnios de hambre atrasada
postrada en carros de rejas,
En trenas de hipermercados
encarecidos por ogros insaciables
sedientos de beneficios activos.

Madrugar día tras día…,
¿para qué?..
Si al final sigo tan pobre,
Que mi estomago no lo nota
y mi tarjeta no engorda.

F. Rubio

Aliento de vida.


Aliento de vida.

Negros corceles que vuelan
y siniestros cascos que se clavan
en las cabañas del cielo,
que en deformes llamas arden.
Un ángel agitó sus alas
sobre el laberinto de la montaña 
y la madre dormida en el tiempo
creó el aliento de vida
abriendo su vientre de lava,
y los efluvios carnales paridos
se vuelven vaporosos llantos

para los nacidos mortales.
F. Rubio

miércoles, 10 de junio de 2009

Los tres amigos


Los tres amigos.

Cada tarde salen paseando su mirada,
caminando con su compañero el bastón,
Su fiel apoyo… su atril de penas.

Llega hasta su ultima esquina para sentarse en un banco,
a contarle historias a su sombra,
su inseparable amiga, su sufridora callada,
¡esá..! que nunca le engaña, 
y escucha en silencio sus palabras.

Camino amigo, camino hecho,
Entre los tres lo andan, entre los tres lo acaban
No se contradicen, el hombre pone frases a su pasado,
Su bastón lo escucha, 
y la sombra... calla.

Como cada tarde, cuando va llegando la noche,
Los tres vuelven sobre sus pasos
desgastando esquinas ya conocidas,
Mañana volverá a su paseo, con su pilar de palisandro
y su tertuliana sombra, 
que sorda lo mira… pero nunca lo abandona.

Como cada tarde los tres amigos se sentarán en el parque,
El anciano contará recuerdos, el bastón descansará sus años,
y la sombra dormirá en silencio escuchando los rumores viejos.

F. Rubio

La muerte y otras sorpresas: un pedacito de cielo escrito por Mario Benedetti

El otro yo

Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la naríz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo. 

El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente , se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo. 

Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañama siguiente se habia suicidado. 

Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó. 

Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió la calle con el proposito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas . Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando.Y pensar que parecía tan fuerte y saludable». 

El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.

he puesto este pequeño cuento del maestro para seguir recordando lo mucho que nos deja en nuestros corazones.

domingo, 31 de mayo de 2009

El sillón vacío:

El sillón vacío:

Hoy, 
casi cumpliendo años me vienen a la memoria
recuerdos de aros rodando 
por la calle abajo.

Canicas de colores 
y peonzas bailando
enredadas entre las cuerdas 
de la mirada de un niño.

Hoy, casi apagando las velas 
baila y tiembla la llama 
con soplidos entrecortados 
por la fatiga del cigarro.

Marcaré un año más 
en el calendario
una muesca más 
tallada en mi viejo rostro. 

Hoy, siento que tu ya no estas 
que te marchaste
dejándome recuerdos 
y un sillón vacío.

Ya desocupaste la mesa
ya no cortaré tu pedazo de tarta
ya no brindaremos juntos
por nosotros y la vida.

Tú consumiste la esencia 
desgranaste la existencia
y del vaso de tu aliento
solo queda silencio y llanto.

Hoy, solo quedan huellas de una vida corta
y la sensación de vivir deprisa
apurando el oxigeno de la hoja
derramando la última gota de la copa.

Hoy, no celebraré el aniversario
esconderé la cabeza entre mis manos
y repasaré los equinoccios sombríos
hoy, ya no brindaremos juntos.

F. Rubio (c)


viernes, 22 de mayo de 2009

A la deriva sin ti:


A la deriva sin ti:

Imposible navegar sin ti,  sin tus ojos en el horizonte mirando nuestra vela desplegada. Este bajel desahuciado de caricias, no navegará en desafíos, ni mares tormentosos. En el mástil mayor de su pecho  siente tu ausencia  y no navegará sin su estandarte. Sin su brisa rosa y sus besos de fresa no abandonará el puerto, ni la costa, ni la arena. No desarbolará sus azules lonas de nubes, que dan abrigo a nuestra amistad sincera. Ya no surcará los mares si a bordo falta un nudo de su maroma de estrellas. Si tu no estás en su cubierta,  ¿Quien iluminará la travesía bordada de corales? ¿Y quien guiará los delfines a mis sueños, arrullando un poema? No, no navegaré sin ti, no hagas de tu tristeza el anclaje de mi trapío. Zarpa junto a mi timón hacia el cielo de los cometas y regresa dejando estelas. Estelas en el aire rizado  de tu pelo, como diademas de arco iris. Surca este océano, y pondré un mascarón de poesía  en nuestro bergantín. No abandones este corazón que naufraga a la deriva sin ti.  F. Rubio

lunes, 18 de mayo de 2009

Nos dejas huérfanos los versos:

Nos dejas huérfanos los versos: Las almas no volverán, Se quedarán en su refugio Pétreo de paradojas translucidas. Los poetas nos dejan, Y huérfanos se quedan Los versos en el tintero. Ellos, ¡los poetas y sus almas! Nos dejan las musas oscuras, Si, las musas enlutadas En negras procesiones Teñidas de silencio. Adiós, escritores y oradores, Forjadores de sueños, Creadores de tristezas, Inventores de alegrías, Y comadrones del amor. Hoy se marcho otra pluma, Otro poeta,  otro juglar de sentimientos. Adiós Don Mario, Dejaste de navegar  en el exilio de tu mundo, para amarrar en nuestros corazones. Nos dejas tus vivencias Y la de tus gentes, Nos dejas, El sur de tu mirada, La mujer de tu poesía, Y el perfume de tu tierra. Don Mario,  tango uruguayo platense río de enseñanza poética, dramaturgo del bandoneón. Tu siempre tendrás Un rinconcito enmarcado En el álbum de mi memoria. Hoy te digo hasta siempre, Y mi amiga Ángela también, Ella te guarda en su corazón Junto a un poema inédito En su libro de olas, Navegando sobre el, Hoy besa tu partida. Con el corazón encogido A Mario Benedetti. F. Rubio

sábado, 9 de mayo de 2009

Ella…mi reflejo.


Ella…mi reflejo.

El alma que me acompaña cada día
el espejo donde mirarse,
el reflejo donde quererse.
Se despierta a mi lado cada mañana,
apenas sin hacer ruido, 
mesa su pelo, lava su cara,
y desea los buenos días.
Vestido humilde, gesto amable, 
zapatitos de tacón,
y olor a pan recién horneado.
Ella se sienta en la mesa 
con ademán bondadoso,
me mira, y hecha a volar un beso
pregunta ¿como estas?.
Ella, el alma mía, 
la mujer que quiero y me quiere, 
mi compañera de viaje,
mi espejo fiel, mi amor, mi dueña.
Ella…mi tesoro.

F. Rubio


viernes, 8 de mayo de 2009

Enamorada del sol:


Enamorada del sol:

Aun pareciendo ausente, 
ella, estaba ahí,
con su mirada perdida en el cielo
soñando corazones en las nubes,
ella, pensaba en el.
Levitando sobre su frágil mundo 
y construyendo versos de imaginación,
versos con la cordura quebrada al nacer.
Inocencia eterna de niña
en su cuerpo de mujer,
enamorada del sol, 
de la mañana y del atardecer.
Cartografiaba besos pintados en un papel,
quería ser golondrina 
para acercarse en su vuelo,
amaba al sol y soñaba casarse con el.

F. Rubio